Febrero sigue siendo un mes de recuperación económica tras los excesos festivos. Pero con la primavera a la vuelta de la esquina, afloran también las ganas de hacer una escapada gastronómica. Aventuras de fin de semana (o simplemente de sábado) que nos dan la vida y nos ayudan a afrontar los siguientes cinco días laborales mientras nos ofrecen la oportunidad de conocer nuevos pueblos, nuevos paisajes y nuevos platos.