Intentar bordear el espigón fronterizo para llegar a nado a Europa por Ceuta choca con «el discurso de las mafias o de las bandas organizadas que prima entre la ciudadanía y que sirve principalmente para criminalizar al inmigrante», apunta Ana Rosado, coordinadora del Informe Frontera Sur de APDHA
Una persona muerta cada cuatro horas, trágico balance migratorio del acceso a España desde África durante 2024
El arranque del año nos está dejando trágicas cifras de cadáveres por ahogamiento entre África y Europa. Eso por desgracia no es nuevo (hay muertes o desapariciones cada cuatro horas en la frontera sur) pero sí la forma en que las personas migrantes tratan de pisar el ‘viejo continente’. En lo que va de 2025 se han hallado seis cadáveres en diferentes zonas costeras de Ceuta, arrastrados por el mar, con trajes de neopreno y aletas para los pies. Una forma bastante nueva, sobre todo en los últimos tiempos entre quienes arriesgan su vida para dejar atrás su país de origen y que, según explica Ana Rosado, coordinadora del Informe Frontera Sur de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDHA), “desmonta el discurso de las mafias o de las bandas organizadas que prima entre la ciudadanía y que sirve principalmente para criminalizar al inmigrante”.
“Hay mucha autoorganización para este tipo de travesías, más corta, pero también mortales”, comenta la especialista a elDiario.es Andalucía. El cierre de las fronteras a las personas subsaharianas por parte del Gobierno de Marruecos no impide que los propios marroquíes o los argelinos “se lancen al agua por esta vía”, esto es, bordeando el espigón fronterizo a nado para llegar a la ciudad autónoma de Ceuta. Hubo al menos 27 cadáveres y otras 28 desapariciones en todo 2024, según el citado informe de la APDHA.
El Ministerio del Interior las contabiliza como entradas por vía terrestre, al igual que saltando la valla, “pero entran realmente por vía marítima”. “Antes era más común hallar los cadáveres procedentes de naufragios, pero ahora la tendencia en esta zona es otra”, ya que muchas personas de Marruecos se trasladan a Argelia o intentan acceder a territorio europeo a nado por el espigón de El Tarajal o Benzú en Ceuta, con los costes que ello tiene para las vidas humanas como se está viendo. El número de entradas irregulares de personas migrantes a Ceuta en lo que va de año se encuentra en 89 y la mayor parte de ellos cruzaron durante la primera quincena de enero, según la última actualización del Ministerio del Interior.
Un 90% menos de embarcaciones
Las entradas a Ceuta y Melilla se redujeron el pasado año en comparación con 2023 en un 90% respectivamente: frente a las 285 personas que lo hicieron el año pasado en Ceuta han entrado 28 personas en 7 embarcaciones en 2024, y frente a las 206 que lo hicieron en Melilla en 2023, 21 personas en 8 embarcaciones lo han hecho en este año pasado. “De hecho, a los subsaharianos tienen ‘prohibido’ comprar embarcaciones en Marruecos” y, entre otras cosas, hace tiempo eligieron la ruta canaria, la más mortífera: más del 75% de las personas que han perdido la vida o desaparecido en 2024 transitaba esa ruta.
Aquí nadie te obliga a meterte en una embarcación. Aquí hay chavales que cogen una tabla de surf, un hidropedal o se ponen un neopreno, y se echan al mar
De acuerdo a los argumentos de la experta, el recrudecimiento de la represión y control a las personas de determinado perfil étnico en el norte de Marruecos especialmente desde hace cinco años ha hecho, ha hecho que el perfil del migrante haya cambiado en esta zona. “Pero aquí no estamos hablando de tráfico de personas. Aquí nadie te obliga a meterte en una embarcación. Aquí hay chavales que cogen una tabla de surf, un hidropedal o se ponen un neopreno, y se echan al mar”, explica Rosado.
La experta en migraciones apunta otro dato: “En las provincias donde se han incrementado las llegadas, el discurso de la criminalización cobra más fuerza y el interés mediático por acusar de tráfico de personas al supuesto patrón de las embarcaciones, al que endosan el marrón, es proporcional a las condenas por acuerdos de conformidad que se dictan”.
Algeciras Acoge: “Siempre van a buscar una puerta”
Esas salidas al mar nado “son actos de valentía contra el intento de vulneración del derecho humano a circular libremente”, apunta María Ángeles Benítez, presidenta de Algeciras Acoge, quien opina que “no podemos olvidar que estas muertes tienen responsables y son quienes ostentan el poder político en Europa y en los países de origen, que son las personas que deben encargarse de tomar medidas para salvaguardar la vida de quienes buscan un futuro digno, creando vías seguras y legales”.
“Salvaguardar la vida humana es obligación de los Estados y se tienen que poner a disposición los recursos humanos y técnicos necesarios para ello”, añade Benítez, quien lamenta en todo caso que las muertes de personas intentando llegar a Europa “van a seguir aumentando mientras continúen estas necropolíticas migratorias que priorizan el control de las fronteras y no el derecho a la vida”.
“Pensamos además que son una forma de regulación de las migraciones fallidas y asesinas, ya que esos controles no van a disuadir a las personas de seguir adelante con sus proyectos migratorios” ya que “siempre van a buscar una puerta, una manera de salir de su país”, dice la presidenta.
