Las razones que impedirán a Feijóo mantener la puerta azul de su chalé a la playa

La propiedad nunca tuvo el permiso de ocupación sobre el arenal para el que Eva Cárdenas, pareja del líder del Partido Popular, pide ahora una prórroga

Las ocupaciones de la costa como la del chalé de la pareja de Feijóo se enquistan años a base de pleitos

El chalé que disfruta el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en la localidad pontevedresa de Moaña está cerca de conocer la visita de las palas excavadoras. Eva Cárdenas, pareja del político, ha pedido esta semana que el Gobierno le conceda un permiso para que la finca, que tiene a su nombre, mantenga una salida directa a la playa, a través de una puerta azul que cae sobre las rocas que limitan con el arenal de O Con, en Moaña (Pontevedra). La pareja compró la propiedad en 2019 y sobre la misma pesaba un aviso de deslinde desde 2007. Dicho en otras palabras, compraron la casa y su finca sabiendo que los mejores 210 metros cuadrados de su jardín no eran suyos. Esos por los que ahora pugnan frente al Estado.

La historia de la casa de la familia Feijóo se remonta a 1941, cuando el primer propietario juntó cinco fincas y las llevó hasta el mar. La Ley de Costas (1988) puso el foco en ese tipo de edificaciones y en 2007 planteó un deslinde sobre esa propiedad. Los dueños de entonces no plantearon resistencia, pero nadie apareció para tirar el muro. Pasó el tiempo y los Cárdenas-Feijóo compraron la casa y el terreno. En 2024, Costas les advirtió de que debían devolver lo que no era suyo. Al contrario que los propietarios anteriores los Feijóo han decidido dar la batalla por mantener una salida privada a la playa. Aquí las claves que explican que su pretensión tiene pocos visos de prosperar:

Historia de un jardín frente al mar

Eva Cárdenas, pareja del líder del PP, pide al Gobierno una concesión de 30 años a contar desde 2007. Un permiso que le permitiría, al menos, seguir saliendo en chancletas al arenal hasta 2037, sin cruzarse con ciudadanos que transiten el paseo marítimo que acaba en la finca. La alegación de Cárdenas hace entender que sobre la finca hubo algún tipo de concesión, como publicaron todos los medios esta semana (incluido este). Pero no es así: nunca hubo un permiso como el que los Feijóo quieren ejercer ahora, según la información a la que ha podido tener acceso esta redacción.

Los propietarios originales de la casa adquirieron en 1941 cinco fincas que agruparon frente al mar de Moaña y levantaron un muro de contención, que supuso la ampliación de algo más de 200 metros cuadrados sobre el terreno original. En 1969 la propiedad fue vendida, sin vislumbrar problema alguno de lindes. Y así siguió durante años, hasta que, en plena pandemia, Alberto Núñez Feijóo empezó a preguntar por la finca a los vecinos. El líder del PP consiguió su objetivo en 2019 y la casa, su finca y la parte de terreno público que ahora reclaman, fue suya en 2019.

Esa compra, según la información registral, nunca incluyó la parte de dominio público que ahora reclama el político conservador.

20 días

La pareja Feijóo-Cárdenas podría haber aceptado que parte de su jardín no es suyo, pero no lo han hecho. Contrariamente a lo que hicieron los propietarios anteriores, Eva Cárdenas ha decidido pleitear con el Gobierno y pedir una concesión para mantener su finca como la imaginó el día de la compra, con su puerta azul privada a la playa.

El procedimiento administrativo prevé veinte días de plazo para que quien lo considere presente sus alegaciones. Las primeras han llegado desde el grupo municipal del PSOE en Moaña. En un escrito, al que ha tenido acceso elDiario.es, esta formación plantea: “El mirador de A Masandía, ya existente, es un elemento esencial para la conexión de nuestros espacios públicos y para el disfrute de la costa”.

Quien ocupa paga

El encargado de resolver el expediente es el departamento de Costas, que depende del ministerio para la Transición Ecológica. Si, como todo indica, el dictamen es desfavorable para los Feijóo lo siguiente será la demolición del muro de la finca. Las fuentes consultadas señalan que la familia del político conservador deberá asumir el coste de la demolición del muro de su finca y restaurarlo “a la situación primigenia”.

En caso de que Alberto Núñez Feijóo y Eva Cárdenas no encarguen ese trabajo será el Estado quien lo asuma y pasará la factura correspondiente a los propietarios de la finca. Por el momento, ni Feijóo ni su pareja parecen tendentes a aceptar que parte de su jardín no les pertenece.