La Junta de Andalucía da su visto bueno a otra mina en una zona de Málaga donde el polvo ya es un riesgo para la salud

La Delegación de Sostenibilidad asegura que la investigación abierta por un juzgado a las tres canteras ya existentes por la emisión de polvo y ruidos no afecta al proceso de autorización

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Desde hace 40 años, vecinos del municipio malagueño de Coín (25.809 habitantes) vienen soportando el ruido y el polvo que generan varias canteras cercanas. Lo sufren sus pulmones, que respiran sustancias tóxicas; lo padecen en sus casas, impregnadas de la sustancia blancuzca molida que se desprende con las perforaciones de dolomita y lo padecen también los agricultores de la zona, que solo pueden colocar sus aguacates a un precio sensiblemente inferior al de mercado por culpa de ese polvo queda adherido para siempre cuando cae el rocío.

Ahora, tras muchos años de quejas y denuncias, la Fiscalía y el juzgado de instrucción 3 investigan al fin las presuntas ilegalidades cometidas en las tres canteras. Hay ocho investigados, entre gerentes y técnicos de las canteras, por delitos contra el medio ambiente y de usurpación de aguas.

El juez dispone de un informe del Seprona, con fotos y vídeos, donde se advierte de que las canteras afectan sin duda en un radio de 1.300 metros, pero que no es descartable que el polvo en suspensión llegue más lejos. Según ese informe, las partículas suponen un “riesgo para las personas” y un “grave perjuicio para la salud de las personas vulnerables”, además de un riesgo para el entorno.


Imagen de un vídeo distribuido por la Guardia Civil

Con todo, ahora el objetivo más urgente de los vecinos es paralizar la apertura de una cuarta, que la Junta de Andalucía tramita como “ampliación” de una de las existentes desde 2018. Josefina II sumaría seis hectáreas más, de las cuales se extraerían en nueve años 1.730.643 toneladas de caliza dolomítica (unos 770.000 metros cúbicos) con explosivos a cielo abierto. No implicaría la apertura de una nueva planta de tratamiento. La Delegación de Sostenibilidad emitió dictamen ambiental favorable el pasado 4 de diciembre. “El hecho que el juzgado investigue no afecta a la tramitación salvo medidas pertinente que el juzgado considere oportuno establecer”, replican desde la Delegación.

Los vecinos han presentado alegaciones, en la esperanza de que la Junta transforme su visto bueno inicial en un rechazo de la autorización ambiental.

Una nueva cantera junto a los animales de la granja escuela

La nueva cantera estaría a menos de 200 metros de unas 40 edificaciones destinadas a vivienda rural o casa de aperos. Y sería vecina, separada apenas por un camino de cinco metros de anchura, de la Granja Escuela Hacienda Albuquería, por la que cada año pasan unas 20.000 personas, la mayoría niños. Ofrece alojamiento para 120 personas. Hay rocódromo, pistas deportivas, campo de paintball, zona de tiro y, por supuesto, huerto y animales como vacas, cabras, gallinas o patos, que tienen sus zonas de esparcimiento justo al lado de la ladera de la que se extraería el material.

Por aquí pasan grupos de scouts, un colegio chino que reserva un mes cada verano, asociaciones, grupos de retiro… “Somos la granja escuela más grande de Andalucía: movemos los mismos niños que la más grande de España”, explica Paco Alberca, dueño desde el año 2000. “Sería el cierre de la granja escuela: imagina camiones en la carretera donde estamos con niños y animales. Con las explosiones a unos metros. Con el polvo no podríamos estar y nadie querría venir. Sería como hacer actividades dentro de la cantera”.

Tres canteras, que podrían ser cuatro

“¿Cómo con este nivel de polvo que ya hay quieren poner una cantera más?”. Es un martes de principios de febrero, y Elena Rodríguez muestra el panorama: los pinos en la carretera de acceso que comparten las canteras con la granja y con decenas de diseminados ofrecen una estampa blanquecina, entre lo navideño y lo apocalíptico. Anteayer llovió bien, 13 litros por metro cuadrado, suficiente para limpiar algo las hojas. Y pese a ello, hoy los árboles ya están escarchados. “Y eso que desde que se supo que los investigan han bajado el ritmo de la molienda”, asegura Rodríguez, que forma parte de la Plataforma que ha denunciado a las canteras. “En verano es horroroso”, dice.

En la actualidad existen tres explotaciones en activo, pertenecientes a Cantero y Garrido SA, Productos Dolomíticos de Málaga SA (Prodomasa) y Áridos Los Coínos SL, que es quien ha solicitado autorización para la nueva cantera. Desde Google Earth se aprecia con nitidez cómo una lengua blanca se adentra en la sierra, hacia el este. Al suroeste, a una distancia de 750 metros desde el extremo, está la Granja Escuela Hacienda Albuquería, donde niños y niñas de la provincia acuden regularmente a disfrutar de los animales. Dispersas por el entorno, a distancias inferiores a 500 metros, unas 140 viviendas. Y atravesando las canteras, el río Pereila.


Vista de la zona

“Limpias la mesa y a los tres días pasas el dedo y tiene ya una capa de polvo blanco. Tenemos la casa cerrada, las persianas bajadas y si miras la encimera negra es como si hubiera polvo de talco”, explica Francisco Jiménez, quien tiene su casa y sus aguacates al comienzo de la carretera que da acceso a las canteras.

Las canteras aseguran que hacen lo posible por reducir el polvo y aseguran que sus informes técnicos muestran que están por debajo de los límites permitidos. Los Coínos, que ha solicitado la apertura de Josefina II, cita el encapsulado total de procesos de cribado de la piedra, el cerramiento de naves, los sistemas de nebulización de cintas transportadoras y el apantallamiento arbóreo entre una decena de medidas. 

Por su parte, Prodomasa asegura que incluso cuentacon certificación de Gestión Minera Sostenible, emitido por una certificadora externa. Abierta en 1966, es la única con una web con un canal abierto y en la que se explica su plan de restauración. Una portavoz insiste en que las principales inversiones de la empresa buscan reducir emisiones, con actuaciones parecidas a las de Los Coínos.

Las mediciones de estas canteras no superarían los límites, aseguran ambas. “Según los informes objetivos de la Junta de Andalucía (…) concluyen que no existe ningún riesgo en la salud de las personas así como el entorno”, señalan desde Los Coínos: “Dado que el Seprona no ha valorado esos informes, es por lo que solicitaremos el archivo del procedimiento penal dado la contundencia y objetividad de los resultados”. Pero los vecinos, y la propia Guardia Civil en su atestado, rechazan esos informes, porque se realizaron con muestras de una cantidad de días insuficiente. Ese hecho, inexplicable, está en la base de la desprotección que dicen sufrir.

Luego están las explosiones. A mediodía, un operario de Cantero y Garrido corta el paso a un camino público que forma parte de la Gran Senda de Málaga, muy frecuentado por caminantes y ciclistas. La detonación llega cinco minutos después, levantando una columna de humo y polvo por detrás del monte, a unos 400 metros. En ese tiempo, el hombre asegura que tienen permiso de la Guardia Civil para ser ellos los que corten el paso, y que las detonaciones de ahora (una al mes, dice) no son nada comparada con las de antes, que se movía el suelo. “¿Y los vecinos?”. Se encoge de hombros.

Quejas durante décadas y mediciones parciales

La Plataforma ha pedido a la Junta de Andalucía que tenga en cuenta las advertencias e indicios de manipulación de mediciones recogidos por la Guardia Civil, investigados por un juzgado, para paralizar la autorización de Josefina II. La investigación parte de una denuncia ante la Fiscalía, en la que se apunta a posibles delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los vecinos imputan al Ayuntamiento de Coín y a la Junta de Andalucía una connivencia consciente para minimizar la realidad del impacto de las canteras.


Pinos blanquecinos por el polvo de las canteras | N.C.

“La continua queja de los vecinos no ha tenido una respuesta eficaz por parte de la Administración Pública, habida cuenta de que únicamente se ha realizado algún estudio puntual de los niveles de polvo y ruido”, dicen los denunciantes, quienes, sin embargo, disponen de documentación que sugiere que se superan de manera amplia los niveles de emisiones atmosféricas de partículas peligrosas (PM10) en el entorno de las canteras.

Ese estudio indica que el límite diario se superó en 33 ocasiones de los 48 días en que se midió durante el verano de 2021, el 68,75% de los días en que se midió. El límite a partir del cual hay afección a la salud es de 35 veces al año, el 9,60% de los días. La denuncia atribuye a la Junta de Andalucía una “conducta intencionada” para limitar las mediciones a solo 48 días y concluir así que no se supera el límite legal, evitando la imposición de medidas correctoras o sancionadoras.

Estas partículas pueden causar “infecciones respiratorias agudas, rinitis, faringitis, laringitis (con riesgo de obstrucción de la vía aérea por edema) y amigdalitis” y, a largo plazo, bronquitis, enfermedad, obstructiva pulmonar crónica, cáncer y afectación de la capacidad pulmonar. Las partículas PM10, a su vez, están asociadas a incremento de la sintomatología asmática“, subraya en su atestado la Guardia Civil, que concluye que las mediciones de polvo superarían al menos dos veces el límite legal si se midiese por el tiempo necesario. Las emisiones de benzoapireno, un elemento ”probablemente cancerígeno“, habrían multiplicado por diez el valor objetivo en tres ocasiones en apenas mes y medio.

Aguacates que valen la mitad

Eso, en cuanto al efecto en la salud humana. Pero la Plataforma ha aportado también un informe de Trops, la mayor cooperativa de subtropicales de Málaga, donde se cuantifica la pérdida de valor de los frutos como resultado de la capa de polvo que los recubre. Según una veintena de agricultores, deben descartar hasta el 61% de la fruta y la que queda se vende a un precio medio de 1,16 euros por kilo, en lugar de los 2,98. Solo se venden para procesar y cada año descartan más, lo que indicaría que el polvo en suspensión sigue aumentando.


Hojas de aguacates cercanos, el 5 de febrero | N.C.

El uso de aspersores para minimizar el polvo en suspensión produce escorrentías que desembocan en el cauce del río, donde el material ya ha sedimentado por decantación. El río Pereila es Zona Especial de Conservación de la red Natura 2000, y cuenta con abundante fauna de invertebrados, anfibios y aves migratorias. Curiosamente, el río está protegido a lo largo de su cauce, pero no en el nacimiento, la zona más cercana a las canteras.

Por último, cuentan con un informe técnico del Departamento de Geodiversidad y Biodiversidad que se opone a la nueva cantera porque afectaría a un hábitat prioritario por alojar especies protegidas. Pero aseguran que ese documento, que este medio ha podido consultar, fue extraído del expediente administrativo. En su lugar, fue incorporado otro del jefe de servicio del Medio Natural que corregía o minimizaba las conclusiones del primero, valorando que “no da la impresión de que la formación de los hábitats enunciados esté plenamente consolidada”.


Imagen de un vídeo distribuido por la Guardia Civil

A pesar de que la nueva cantera se instalaría sobre un Paraje Singular y sobre un Complejo Serrano (categorías especiales de Suelo No Urbanizable de Especial Protección por el PGOU de Coín), donde se prohíben las minas y la tala de árboles, el ayuntamiento informó favorablemente a la compatibilidad urbanística, basándose en el régimen general del suelo no urbanizable.

Los vecinos tienen la sensación de luchar contra gigantes con gran capacidad de influencia. De hecho, las canteras patrocinan y subvencionan decenas de actividades municipales. El consistorio dice que tiene por las canteras “el mismo respeto que con cualquier empresa que genera actividad y empleo”. “Le dije a una técnico de minas de la Junta de Andalucía que con la nueva cantera las casas corren peligro, y me dijo que si hay algún incidente ya abrirán expediente”, relata Elena Rodríguez, quien se construyó su casa en un terreno familiar porque le dijeron, precisamente, que no abrirían nuevas minas. “Me dijeron que la sierra estaba protegida. Y mira”.