Bien: el mañana ya ha llegado. La incertidumbre sobre la OTAN, la hostilidad rusa y el retorno de los aranceles cuestionan los fundamentos de la Unión Europea. El proyecto europeo va quedándose solo
En otoño de 2001 yo trabajaba como corresponsal en Washington y, salvando las distancias (uno jamás ha estado a la altura de un personaje de Stendhal), me sentía como Fabrizio del Dongo. El protagonista de ‘La Cartuja de Parma’ se sumerge en el caos de Waterloo y, abrumado por la violencia y el ruido, no identifica lo que está ocurriendo. “¿Es esto una verdadera batalla?”, se pregunta una y otra vez. Lo mismo me preguntaba yo: ¿es esto tan grave como parece?
Lo era.