La Justicia archiva la denuncia de Juana Rivas a su expareja por violencia vicaria desde 2017 porque los hechos ya están «judicializados»

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 entiende que no concurren circunstancias nuevas que no hayan sido juzgadas previamente para que se inicie una nueva causa, a pesar de que los letrados de Rivas relatan episodios recientes de acoso. Este archivo no afecta al futuro de su hijo Daniel, que seguirá con ella

Juana Rivas denuncia a su expareja por maltrato y violencia vicaria desde 2017 en Italia y en España

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 1 de Granada ha archivado la denuncia presentada en enero por los abogados de Juana Rivas por la violencia vicaria y malos tratos sufridos en los últimos ocho años. El tribunal entiende que no existen motivos suficientes para instruir una nueva causa porque se trata, señala el juez, de hechos ya denunciados y judicializados previamente. Esta resolución no afecta a la situación del hijo menor de Juana Rivas, Daniel, que sigue esperando junto a ella en Granada a que se decida su futuro, ahora mismo en manos de la Audiencia Provincial de Granada.

Los letrados ya han anunciado que recurrirán la decisión precisamente ante la Audiencia Provincial de Granada y que se reservan el derecho de acudir a instancia superiores. Sin embargo, el archivo de esta denuncia supone el archivo de una demanda en la que los abogados de Juana Rivas presentaban por primera vez una denuncia de violencia vicaria de carácter internacional. Los hechos que se describen en la misma no sólo tienen en cuenta lo ocurrido en España, sino también en Italia, desde el momento en el que Rivas tiene que huir de su domicilio italiano de su expareja, Francesco Arcuri, por temor a que ella y sus hijos tuviesen un destino fatal.

El juez justifica el sobreseimiento provisional en la cosa juzgada, argumentando que los episodios narrados ya están siendo investigados en dos procedimientos distintos: en la Corte de Apelación de Cagliari (Italia) y en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada. Según el juzgado, abrir una nueva causa en España supondría juzgar dos veces los mismos hechos, aunque no le niegan la posibilidad de que Rivas pueda seguir con sus pretensiones en los procesos abiertos en ambos países.

La denuncia describe lo ocurrido desde 2017, cuando el asunto salta a la primera línea mediática. En el verano de ese año, Juana Rivas se negó a entregar a los niños a su padre, desoyendo dos órdenes judiciales, y estuvo un mes en paradero desconocido. Desde ese momento, empezó un calvario judicial que le llevó no sólo a tener que devolver a Gabriel y a Daniel junto a Francesco, sino a ser condenada a prisión. Además, en la denuncia se incluye el presunto acoso al que Arcuri sometió a Rivas y a sus hijos la pasada Navidad.

Otro archivo de violencia vicaria

Para el equipo legal de Rivas, este archivo es una muestra más de la falta de aplicación real de la normativa sobre violencia vicaria en España. Los letrados denuncian que las instituciones judiciales no están asumiendo plenamente este tipo de violencia, pese a que ya está reconocida en el ordenamiento jurídico español y ha sido una de las prioridades del renovado Pacto de Estado contra la Violencia de Género. De hecho, en enero el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada también se inhibió a la hora de juzgar otra denuncia sobre violencia vicaria, lo que llevó a los abogados a pedir que se apartase a la magistrada titular y a su suplente.

“Cada vez detectamos más casos en los que algunos padres, para herir a su expareja, maltratan a sus hijos. Es una grave forma de violencia y es hora de asumir que tenemos que actuar en consecuencia”, sostiene la defensa. Según señalan, en el caso de Juana Rivas las agresiones del padre contra los menores buscan someter a la madre y hacerle la vida imposible. “Le dice textualmente: ‘me voy a quedar con tus hijos’. Nunca habla de ‘nuestros’, sino de ‘tus hijos’. Los hechos, el relato de los niños, es desgarrador, insoportable para cualquier madre, y eso es violencia vicaria”, explican los letrados.

Por eso, recuerdan que los presuntos malos tratos de Arcuri a sus hijos están siendo investigados en Italia, pero insiste en que todo lo que ha venido haciendo contra los niños -empezando por separarlos forzosamente de su madre hace casi una década- lo ha hecho para hacerle la vida imposible a Rivas, causándole violencia psicológica habitual. “El caso de Juana no es solo un caso, es una causa. La justicia tiene la obligación de aplicar, de forma efectiva, la normativa vigente sobre violencia vicaria. Se lo debemos tanto a las madres como a sus hijos e hijas”, defiende la defensa de Rivas.

Con el archivo provisional de la querella comienza otro largo recorrido de recursos en distintas instancias, que se suma a los ya vividos previamente por la propia Rivas. Un proceso que el equipo legal de Juana Rivas llevará a cabo para poner encima de la mesa lo que consideran que es un grave problema “político-criminal”. De hecho, no descartan acudir a instancias superiores para visibilizar no sólo lo que están viviendo la granadina y sus hijos, sino mujeres en situaciones similares.