“No tiene buena pinta (…), Raducanu está llorando”, se escucha decir a la comentarista mientras el partido de tenis que se disputaba en Dubái queda momentáneamente paralizado al abandonar la pista una de las tenistas. Se trata de Emma Raducanu, tenista británica de 22 años, que se dirige a la silla de la jueza, le dice algo y se echa a llorar, tratando de ocultarse tras la silla arbitral.