La insistencia de la derecha política y mediática tiene mucho de ‘wishful thinking’, y hasta de profecía autocumplida; generar un estado de ánimo para que la sensación de agotamiento, bloqueo, e ingobernabilidad acabe calando tanto que hasta el Gobierno se convenza de ello
No sé si te has enterado, pero Sánchez va a adelantar las elecciones tras la última derrota parlamentaria, según he leído y oído repetidamente estos días: “Sectores del PSOE sugieren a Sánchez convocar elecciones”. “Por qué a Sánchez le conviene convocar elecciones esta primavera”. “Ojo a tus vacaciones: todo listo para las elecciones”. “¿Convocará Sánchez elecciones antes del verano?”. “Moncloa prepara elecciones anticipadas mirando a Cataluña”. “El 62% ya pide elecciones generales”. “Junts: cuestión de confianza o elecciones”. “Sánchez coloca sus piezas ante un eventual adelanto electoral”. “Los tejemanejes de Sánchez para anticipar elecciones”. “El Gobierno licita de repente la papelería electoral”. “La derrota de Sánchez le condena, solo le queda convocar elecciones”…
Espera, que no he completado la frase inicial: según he leído y oído repetidamente estos días… en medios de derechas. De hecho, solo lo he leído y oído en medios de derechas. Periódicos, digitales, columnas, radios, tertulias y redes sociales del ala derecha o muy derecha del tablero. Además de, por supuesto, Feijóo y sus portavoces, y hasta al expresidente Rajoy, que reapareció esta semana y dejó el mismo mensaje: si no puede gobernar, que convoque elecciones.
Si yo solo leyese y escuchase medios, redes y políticos de derechas, estaría ya con el DNI preparado para ir al colegio electoral cualquier domingo de estos. En realidad llevaría meses sin hacer planes de fin de semana a medio plazo, por si toca ir a votar y me pilla en la playa. Un sinvivir, vaya. Si repasas la hemeroteca, desde que empezó la legislatura no han dejado de anunciarnos el inevitable adelanto electoral, cada vez que el Gobierno ha tenido dificultades parlamentarias, o según apriete la agenda judicial. Los titulares del primer párrafo podrían ser del pasado noviembre, o del verano anterior, o de hace un año por estas fechas. Es más: podrían ser de la legislatura anterior, cuando la derecha política y mediática daba por acabada la legislatura por “ingobernable” un mes sí y al otro también. Y ahí siguen.
Alguna vez acertarán, claro, aunque sea solo unos meses antes de agotar la legislatura, pero el vaticinio tiene mucho de wishful thinking, y hasta de profecía autocumplida; generar un estado de ánimo para que la sensación de agotamiento, bloqueo, e ingobernabilidad acabe calando tanto que hasta el Gobierno se convenza de ello. Por ahora no parece que funcione, pues Sánchez insiste en resistir, que es lo que lleva seis años haciendo, y con éxito.
Al margen del pensamiento ilusorio de la derecha, ¿qué pensamos los ciudadanos? ¿Y los votantes del PSOE o de sus socios? ¿Nos merece todavía la pena un Gobierno progresista aunque gobierne tan poco, puesto que la alternativa (PP-Vox-Alvise) nos parece peor? ¿Es esa la única razón de ser del Gobierno, resistir para que no lleguen las derechas? ¿Llegará un momento en que nos hartemos y digamos que ya vale, que tanto esfuerzo para tan poco resultado ya no nos renta, que si cada medida va a costar tantas idas y venidas, negociaciones y decepciones, casi mejor lo dejamos? No me hagas caso, igual he leído demasiada prensa de derechas estos días.