La jueza aún no ha tomado declaración a Alberto González Amador pese a haberle llamado en cuatro ocasiones con anterioridad y ahora lo hace sin que la Audiencia de Madrid se haya pronunciado sobre investigarle también por corrupción en los negocios y administación desleal
La Fiscalía pide investigar el posible “soborno” de la pareja de Ayuso a un directivo de Quirón
El empresario y comisionista Alberto González Amador está citado este lunes en el juzgado que le investiga para prestar declaración por dos delitos de fraude fiscal en concurso con otro de falsedad documental. Se trata de la quinta citación a la pareja de Ayuso en esta causa sin que su declaración como imputado se haya llegado todavía a producir. La comparecencia prevista el pasado verano se suspendió porque la acusación popular presentó una solicitud de ampliación de la investigación contra él que abortó el acuerdo que su defensa ultimaba con la Fiscalía para que sea condenado a una pena de cárcel que evite su ingreso efectivo en prisión.
La declaración del lunes llega sin que la Audiencia Provincial haya adoptado una decisión sobre el recurso que presentó González Amador contra la decisión de la jueza de aceptar una ampliación limitada de la investigación contra él. Los jueces de la Sección Tercera se han reunido en tres sesiones en los días previos a la declaración de este lunes, pero no han adoptado aún una decisión.
En cualquier caso, la Fiscalía, que ahora apoya que se le investigue también por corrupción en los negocios y administración desleal, mantiene su postura de aceptar el pacto que ofreció el empresario para la acusación principal: reconocer dos delitos de fraude fiscal en concurso con otro de falsificación documental y ser condenado a ocho meses de cárcel y una multa.
Fuentes del Ministerio Público aseguran que la investigación por nuevos delitos y el acuerdo con los detectados en una primera fase de la investigación son compatibles, pero falta conocer si la pareja de Ayuso querrá alcanzar un acuerdo ahora que una causa más amplia se cierne sobre él o si va a aceptar comparecer ante la jueza y no alega antes que está pendiente de lo que decida la Audiencia Provincial.
La jueza Inmaculada Iglesias decidió no comenzar la instrucción de la pieza separada hasta que la Audiencia Provincial se pronuncie sobre el recurso de González Amador por lo que la declaración del investigado, si es que llega a producirse, versará sobre los dos delitos de fraude fiscal y la falsificación de documentos que reconoció en un correo electrónico que su abogado envió a la Fiscalía de Delitos Económicos.
Además de González Amador están citados otros cuatro investigados. Tres de ellos son un pequeño empresario de Arahal y dos hermanos, empleados en un bar y un horno de pan, que prestaron su nombre para las empresas que emitieron las facturas falsas con las que la pareja de Ayuso engañó a Hacienda. El cuarto es el mexicano Maximiliano Niederer, de quien se desconoce el paradero y al que el juzgado no ha podido entregar la citación. Niederer era socio de González Amador y participó en el fraude de las facturas de más alto importe.
La primera comparecencia de González Amador, que se tenía que haber celebrado el 20 de mayo, se suspendió por las dificultades para citar a los otros cuatro imputados. El empresario estuvo despistando durante horas a los medios de comunicación y llegó a ponerse una peluca de pelo cano en el interior de los juzgados.
Quirón en la pieza separada
La pieza separada permitiría entrar de lleno en la relación entre González Amador y el Grupo Quirón, el mayor contratista de la Comunidad de Madrid en materia de sanidad. El Ministerio Público aprecia indicios del pago encubierto de una “comisión” de medio millón de euros por parte de González Amador a la esposa del presidente de Quirón Prevención, sociedad perteneciente al gigante de la sanidad privada que recibe cientos de millones de contratos públicos de la Comunidad de Madrid cada año. El fiscal incluye en su escrito el término “soborno”.
“La defensa no ha dado explicación alguna de por qué el investigado González Amador pagó medio millón de euros a la esposa de Fernando Camino Maculet, presidente de Quirón Prevención, por una empresa que carecía de valor, como detalla el informe de la Agencia Tributaria”, recoge el escrito, al que ha tenido acceso elDiario.es. Alberto González Amador pagó medio millón de euros a Fernando Camino, presidente de Quirón Prevención, su principal cliente en los últimos años, para adquirir una pyme que estaba a nombre de la esposa del ejecutivo y que no tenía empleados, ni casi activos, y que apenas facturaba 30.000 euros anuales, según desveló este periódico en marzo de 2024.
Se da la circunstancia de que esa operación se produjo en 2020, poco después de que, en lo peor de la pandemia de coronavirus, la pareja de Ayuso cobrase casi dos millones en comisiones por intermediar en la venta de mascarillas para Mape, firma gallega de la que el directivo de Quirón había sido nombrado consejero meses antes. Las acusaciones populares pidieron a la jueza del caso que investigue si pagar un precio desmesurado por una empresa que no valía tal cantidad de dinero fue la forma que encontró González Amador para pagar su parte de la comisión de las mascarillas a Fernando Camino, el directivo de Quirón y consejero de Mape.
A finales de 2020, la empresa principal de González Amador, Maxwell Cremona, compró otra compañía, que hasta entonces se llamaba Círculo Belleza SL y estaba dedicada a la venta de productos cosméticos. Tras su compra, la empresa pasó a llamarse Masterman & Whitaker y, unos meses después, sin tener un solo empleado, consiguió trabajar para Quirón Prevención para la “expansión en Latinoamérica” y el “desarrollo e implantación de la Joint Commission International”.
Empresa pantalla
Pero ese mes de diciembre de 2021 empezó otro movimiento societario que esconde un nuevo intento de beneficiarse fiscalmente, según concluyó Hacienda y la Fiscalía. La empresa “pantalla” y la empresa principal de González Amador firmaron un contrato para cederse parcialmente el contrato de asesoría para Quirón. Solo 24 horas después, además, esa empresa principal transmitió todas las participaciones de la empresa “pantalla” al propio González Amador. Desde ese momento, por tanto, la pareja de Ayuso se convirtió en socio único y administrador de ambas sociedades, “pudiendo disponer libremente de los fondos de ambas”.
La primera sospecha es que, en realidad, González Amador fue quien trabajó para Quirón y perpetró una “simulación relativa” de los servicios prestados al jugar con sus dos empresas. A nivel fiscal, en ese momento, la operación no tenía efectos prácticos, ya que ambas sociedades tributan igual. Pero, según la Agencia Tributaria, el objetivo también sería generar unos gastos ficticios en la sociedad pantalla para, en años futuros, “originar unas bases imponibles negativas pendientes de compensar”.
Después de defraudar 350.951 euros a Hacienda, González Amador compró el piso en el barrio acomodado de Madrid que comparte con la presidenta madrileña. Antes de mudarse, una sociedad en la que participa un hostelero leonés compró el ático que está en el piso de arriba y que la pareja disfruta sin que Díaz Ayuso haya explicado en el año que ha transcurrido desde la exclusiva de elDiario.es si paga algo por él. El ático fue comprado por la sociedad después de recibir un préstamo de 900.000 euros de origen desconocido.