Los ejecutivos de Aragón, Galicia, Andalucía o La Rioja evitan confirmar si mantendrán su ‘no’ cuando llegue el momento de adherirse al mecanismo, mientras el abandono colectivo de la reunión con Hacienda del miércoles provoca división en el Gobierno canario
Feijóo y sus barones hacen oposición al Gobierno aunque todos optarán a la quita de deuda autonómica
Menos de un día. Apenas 12 horas. Es lo que ha durado el plante colectivo de los consejeros de Hacienda del PP a la quita de la deuda autonómica de más de 82.000 millones que ha anunciado el Gobierno. Este jueves, varios presidentes regionales y responsables económicos de esos ejecutivos han hecho encaje de bolillos dialéctico para criticar la medida y, a la vez, dejar la puerta abierta a que sus comunidades sí firmen el convenio con el Ministerio de Hacienda cuando la ley finalmente se apruebe. La dirección nacional mantiene que todas la rechazarán.
Así lo dijo expresamente el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en una entrevista a primera hora en Onda Cero: “Tengo que leer la letra pequeña antes de saber si hay adhesión o no”. Esa “letra pequeña” es la de la ley que tendrá que aprobar el Congreso y que fijará la base de los acuerdos con Hacienda que, uno a uno, tendrán que firmar todos los gobiernos autonómicos que quieran la quita de la deuda ofrecida.
Azcón arremetió en la entrevista contra la quita de la deuda y justificó el plante de los consejeros del PP el miércoles en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que debía votar precisamente el inicio de los trámites para poner en marcha el mecanismo. Con todo, concluyó preguntado por qué hará cuando llegue el momento de la verdad: “Hay que esperar a que se apruebe la ley a ver qué están ofreciendo”.
El consejero que el miércoles ejerció de portavoz de los demás representantes del PP ante el Gobierno fue el gallego, Miguel Orgos. Las intervenciones en el CPFF son por orden de aprobación de estatutos de autonomía, y el de Galicia fue el tercero, tras Euskadi y Catalunya. Orgos comunicó su rechazo a la quita de la deuda y se salió de la reunión para no votar la medida, cuya aprobación Hacienda tenía garantizada con sus votos y los de las comunidades autónomas del PSOE.
Junto a Orgos salieron todos los demás. Pero el consejero gallego no fue capaz este jueves de asegurar el ‘no’ de la Xunta cuando se le plantee el convenio con Hacienda. En una entrevista en TVE, el dirigente se escudó en que aún “no se ha planteado” la quita. “No me planteen un supuesto fáctico que no existe”, pidió a los periodistas. “Cuando llegue el momento, lo decidiré a la vista del texto correspondiente y de lo que implique”, añadió. “No lo sé”, aseguró repreguntado. Y zanjó: “A mí me pagan por defender los intereses de los gallegos y es lo que voy a hacer”.
Su jefe también intervino este jueves ante los medios. Alfonso Rueda aseguró que la quita de la deuda es “un negocio ruinoso”. Pero como hiciera su consejero de Hacienda, evitó aclarar si renunciará a ella. “Vamos por partes”, dijo.
Otros dirigentes autonómicos han optado también por la misma prudencia a la hora de definir en público su posición. La consejera andaluza de Hacienda, Carolina España, planteó en Antena 3 que la quita de la deuda no supone “dinero real” para las arcas. “No va a llegar nada, cero. Es ingeniería fiscal, una trampa. El cambio de deuda de un bolsillo a otro, única y exclusivamente”, apuntó. También intervino en Canal Sur. En ninguna de las dos entrevistas negó que fuera a firmar o que no vaya a acudir a la comisión mixta entre la Junta y el Gobierno para negociar la deuda.
Las divergencias han llegado al punto de que el Gobierno conjunto entre Coalición Canaria y el PP no tiene una posición conjunta, al menos en lo referente al plante protagonizado por los consejeros. El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, criticó a su propia responsable de Hacienda, Matilde Asián, por sumarse al movimiento de su partido de forma unilateral.
Presión desde Génova
Otros dirigentes salieron a la palestra a dar su opinión antes incluso del CPFF. Esa misma mañana, el presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, no solo evitó comprometerse a no firmar el convenio llegado el momento, sino que reclamó recalcular la quita para su comunidad.
Capellán pidió un “reparto justo, una condonación equitativa” a todas las regiones. Y le puso números: quiere una quita de deuda de 747 millones de euros, 299 millones de euros más de lo planteado por Hacienda. El presidente riojano también se lamentó de que no hayan llegado las “entregas a cuenta” desde el Gobierno central a los autonómicos. El motivo fue el voto en contra del PP, Vox y Junts al decreto ómnibus el pasado mes de enero.
La posición de estos gobiernos choca con la visión que intentan ofrecer desde la dirección nacional. También este jueves, el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, sí dijo en una intervención ante los medios en el Congreso que sus comunidades iban a mantener el ‘no’ a la quita de la deuda.
“Mantendremos la misma oposición siempre”, dijo el responsable económico de Alberto Núñez Feijóo, y quien fuera consejero del primer Gobierno de Juan Manuel Moreno en Andalucía. Bravo dijo que “la posición del PP es ‘sí’ a un nuevo sistema de financiación y una reestructuración de la deuda con acuerdo de todos. ‘No’ a la condonación”, zanjó.
El primero en ponerse al lado de Génova de forma taxativa ha sido el presidente castellano y leonés, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha asegurado que recurrirán la quita de la deuda ante el Tribunal Constitucional cuando se apruebe en el Congreso.
En la línea de Capellán, Mañueco lamentó un reparto injusto que da “1.000 euros más por habitante” a Catalunya de lo que se ofrece a Castilla y León“. Otros dirigentes autonómicos han optado por no hacer declaraciones después
Todos los dirigentes del PP, autonómicos y nacionales, sí coinciden en reclamar una amplia reforma del sistema de financiación, caducado desde 2014, que aborde también la cuestión de la deuda. Una idea que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dice no abandonar. La futura candidata del PSOE a la Junta de Andalucía, aseguró el jueves que una cosa no sustituye a la otra y que sigue “promoviendo” la reforma.
Pero lo que está ya en marcha es la quita de la deuda, cuyo trámite el Gobierno espera tener listo en este 2025. Será entonces cuando, sí o sí, la dirección nacional del PP y sus barones autonómicos tendrán que tomar una decisión definitiva. Por ahora, los presidentes regionales han optado de forma mayoritaria por no desvelar qué harán.