Cuando este sábado, 1 de marzo, tome posesión de su cargo como presidenta del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, en sustitución del cardenal español Fernando Vérgez (que al cumplir 80 años ha de cesar en su puesto), muchas cosas habrán cambiado en la Iglesia católica. Por primera vez en la historia, una mujer se convertirá en del Vaticano. Y lo hará con plenos poderes, después de que esta semana, desde su habitación en la plata décima del Policlínico Gemelli, el Papa Francisco cambiara la legislación interna de la ciudad-estado para otorgarle los mismos poderes que los que tendría un cardenal. ¿También habrá nombramiento?