El alza de serpientes invasoras que llegan a Ibiza en árboles importados enciende las alarmas: «La batalla está perdida»

Pese a la aprobación de un decreto ley que garantiza la protección de las lagartijas pitiusa y balear y que prevé la creación de una zona de cuarentena en el puerto de Eivissa, las administraciones miran para otro lado

Las serpientes devoran a la icónica lagartija ibicenca: “Es un desastre ambiental y cultural”

A pesar de que tanto expertos como grupos ecologistas llevan advirtiendo desde hace más de 20 años de las consecuencias negativas que las serpientes provocan en el equilibrio natural de la biodiversidad de Eivissa y, en concreto, de la amenaza para la supervivencia de la lagartija pitiusa (Podarcis pityusensis) y la lagartija balear (Podarcis lilfordi), de las que son depredadoras, estas siguen entrando en la isla, procedentes de la península, a través de los troncos de los árboles -sobre todo de olivos- para su posterior plantación en jardines.

La zona de cuarentena prevista en el Decreto-ley 1/2023, de 30 de enero, de medidas extraordinarias y urgentes para la protección de las lagartijas pitiusa y balear nunca se ha puesto en marcha. Ni las administraciones públicas competentes, estatales y autonómicas, asumen el control de los árboles en el puerto. La situación en estos momentos es límite. El PP solicita ahora el control en origen mientras estas especies endémicas siguen su camino a la extinción.

El tiempo sigue pasando, los árboles siguen llegando a Eivissa conteniendo en sus troncos serpientes que en estas latitudes no tienen depredadores y los residentes en la isla han dejado de ver las sargantanas (las lagartijas de Balears). Cada vez se encuentran con más serpientes en sus fincas, dentro de sus casas y hasta nadando en el mar. Para atajar este problema, en 2023 se aprobó la normativa, que apela a la prevención y lucha contra las especies de la familia Colubridae sensu lato.

El tiempo sigue pasando, los árboles siguen llegando a Eivissa conteniendo en sus troncos serpientes que en estas latitudes no tienen depredadores y los residentes en la isla han dejado de ver las sargantanas. Cada vez se encuentran con más serpientes en sus fincas, dentro de sus casas y hasta nadando en el mar

Disminución alarmante de lagartijas

Sin embargo, esta norma, suscrita por populares y progresistas en aquel momento, no está teniendo resultados óptimos ya que el número de serpientes no ha parado de aumentar y el de lagartijas de disminuir hasta niveles muy alarmantes. En el decreto se prevé la creación de una zona de cuarentena en el puerto de Eivissa que no se ha llevado a cabo. Además, se establecen unos periodos concretos para la llegada de estas mercaderías y unas medidas de control a través del reparto de trampas.


Una serpiente capturada en Eivissa

“La entrada de los árboles ornamentales se realizará durante alguno de los siguientes períodos hábiles. El período comprendido entre el 1 de abril y el 15 de junio, ambos incluidos. El período comprendido entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, ambos incluidos. Excepcionalmente, previa autorización de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, se pueden introducir árboles ornamentales fuera de los períodos hábiles anteriores. La autorización únicamente puede otorgarse cuando se acredite que se han adoptado las medidas adecuadas de control y bioseguridad para evitar la introducción de ofidios en el territorio de las Illes Balears”, se puede leer en el texto del Decreto.

Además, se establece un control de las mercancías por parte de las autoridades competentes. En concreto, el Decreto de 30 de enero de 2023 establece que serán “las administraciones públicas implicadas y, en concreto la administración ambiental, la agraria y la portuaria, las que pueden establecer los mecanismos de coordinación y colaboración que consideren adecuados para el cumplimiento de este Decreto ley”. Sin embargo, ni Autoridad Portuaria ni el Govern balear se han hecho responsables hasta el momento de su control. “Estas competencias no son nuestras”, aseguran a elDiario.es.

Habrá que esperar a la aprobación del Plan Especial del Puerto de Eivissa previsto para este año para que se apruebe la construcción del edificio de cuarentena. Pero hasta el momento de esta publicación el Ayuntamiento de la capital, que da el visto bueno a su aprobación, no ha sabido explicar a este diario en qué momento va a ser un hecho. Después las obras saldrán a licitación y la empresa adjudicataria tendrá que proceder a su construcción. Los plazos se alargan aún más mientras se siguen escuchando voces de alarma. Las serpientes se están adaptando con mucha facilidad e incluso ya se las ha visto en el mar, nadando, lo que alerta del peligro que sufren otras especies endémicas de lagartijas que viven en pequeños islotes y que son un tesoro para los expertos.

Rechazo de los populares a la zona de cuarentena

El pasado 13 de febrero, el senador progresista de Eivissa y Formentera en el Senado (que engloba a todos los partidos de izquierdas de las Pitiüses), Juanjo Ferrer, presentaba una moción en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible de la Cámara Alta en la que se pedía la aceleración de la creación de la zona de cuarentena. El Partido Popular, que gobierna en todas las instancias, desde el Govern hasta la mayoría de los Ayuntamientos de la isla, la rechazaba a pesar de que había suscrito el Decreto de 2023 que instaba a su creación. Las razones que los populares esgrimen a elDiario.es van más allá de la aprobación del Plan Especial. 


Otra serpiente capturada en Eivissa

El Partido Popular ha decidido poner el foco en estos momentos en que lo importante es que se controlen las mercancías en origen, es decir, antes de llegar a Eivissa. “Es necesario que todas las administraciones se impliquen de forma coordinada. Es fundamental el control en el proceso de importación. El embarque de las especies vegetales tiene que desarrollarse con garantías. Quien quiera comercializar desde la península debe importar el producto libre de riesgos que comprometan nuestra biodiversidad. Por lo tanto, la inspección y control debe tener lugar en los viveros y zonas portuarias de origen. De lo contrario, no hacemos más que transportar a nuestro territorio el problema”, explican fuentes del PP en Eivissa.

Asimismo, los conservadores solicitan la implicación del Estado central ya que “las administraciones locales y autonómicas están solas en esto”. “No podemos esperar a que se apruebe un Plan Especial del Puerto de Eivissa para que se instale una edificación destinada a la cuarentena de especies vegetales. Si el Gobierno quiere controlar la entrada de especies vegetales puede empezar mañana. Las competencias en materia portuaria y aduanera le corresponden”, especifican. Estas mismas fuentes aseguran que si se espera a que se construya una instalación para este propósito “las serpientes nos ganarán la partida. Llegaremos tarde, demasiado tarde. Se ha votado en contra porque no es la solución”, concretan.

Por su parte, el senador progresista Juanjo Ferrer asegura que es el Govern, y en concreto la Conselleria de Medi Natural, la que tiene las competencias para tomar medidas para prevenir la plaga de serpientes, “pero el conseller no está por la labor”, puntualiza.


Fotografía de una sargantana

Más de 20 años desde que se detectó el problema

El problema se detectó en 2003, hace más de 20 años y, hasta este momento, las medidas adoptadas por las autoridades competentes para la conservación de la sargantana no han dado resultados óptimos. La catedrática y doctora en Ciencias Biológicas, María Antonia Cirer, experta en sargantanas e islotes de las Pitiüses, asegura en sus estudios que el peligro de extinción es claro.

“El problema es que cuando una especie invasora como las serpientes ha llegado, nosotros hemos mirado hacia el otro lado haciendo ver que no lo veíamos cuando los organismos internacionales ya alertaban sobre ello. Hace 20 años llegaron y no les prestamos atención. A partir de 2010, la población comenzó a extenderse de manera exponencial por todas las zonas, sobre todo en Eivissa. Ha habido políticas erráticas de cómo combatirlas y las técnicas de trampeo también han sido erráticas por parte de los técnicos medioambientales que tenían la obligación de tener un planeamiento estratégico de aquello que debían hacer. Hoy tenemos serpientes por toda la isla”, aseguraba la experta en una entrevista para Periódico de Ibiza en 2023. 

Cirer asegura que la batalla en Eivissa está perdida y que la única solución es crear unas zonas protegidas de la entrada de serpientes con barreras físicas. “Así bajará la presión sobre las lagartijas y en unos 10 o 20 años podrá hacerse una política activa de erradicación”. Esta consistiría en la utilización de humo, aire caliente y perros para su localización y captura, además de las trampas que el Cofib, (Consorcio para la recuperación de la fauna en las Islas Baleares), dependiente de la conselleria de Medio Natural, reparte a la ciudadanía que quiere participar en su captura voluntariamente.  


Una sargantana en Formentera

Cirer aseguraba hace ya dos años que no había voluntad para solucionar el problema y que el Decreto 2023 sería un buen inicio para “proteger la isla de la llegada de las serpientes”, pero solicitaba recursos y voluntad de solucionarlo. Además, aseguraba que controlar los olivos, algarrobos y encinas en origen sería una “muy buena medida”.

Las capturas aumentan incluso en los islotes

Durante  la campaña de 2024 se instalaron, según el Govern, “más trampas que nunca”, con un total de 1.564 (en 2023 se instalaron 1.363 trampas, y en 2022, 1.246). El año pasado, último del que se tienen datos, se capturaron en Eivissa 3.800 ejemplares y la Conselleria aumenta el número de estos trampas cada año.  A estos datos de capturas hay que añadir las comunicadas por los particulares, con un total aproximado de 400 capturas en las Pitiusas. El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, subrayó en un comunicado el pasado 19 de febrero que el Govern es consciente de la amenaza que representan las serpientes para la conservación de la lagartija de las Pitiusas. “Por ello, durante los próximos cuatro años destinaremos casi dos millones de euros de los fondos del impuesto del turismo sostenible (ITS) a controlar las especies invasoras”, ha asegurado.

En cuanto al peligro del que Cirer también advertía respecto a la llegada de las serpientes a los islotes, de gran valor ambiental, ya es un hecho. Las serpientes que ya se han visto nadando en el mar en un ejercicio extraordinario de adaptación al medio. La directora general de Medio Natural y Gestión Forestal, Anna Torres, asegura en la misma nota de prensa que durante esta campaña ya se han prospectado 16 islotes de la isla de Eivissa. “Como resultado, se han implantado medidas de control en cuatro de ellos y se han capturado 43 culebras de herradura en Isla de Santa Eulalia y cuatro más en Isla Murada. Como novedad, en 2024 se adquirió, por primera vez, una embarcación para la realización de estas actuaciones que ya funciona a pleno rendimiento”, explica.


Sargantana en Eivissa.

Falta de control y necesidad de medidas urgentes

“Ya estaba todo previsto y todo hablado en el Decreto y ninguna administración está controlando los árboles”, explica Hazel Morgan de Amics de la Terra a elDiario.es. “El Plan del Puerto lleva mucho tiempo esperando para aprobarse y todavía no es un hecho. La moción en el Senado fue para agilizar esta zona de cuarentena y el PP está desviando la atención. No entiendo por qué ahora señalan a la Administración estatal. Me parece que no han apoyado una muy buena propuesta y desvían la cuestión a un asunto partidista, cuando lo que se quiere es lo mismo. Es muy urgente ponerse de acuerdo. Es muy importante que se apruebe el Plan Especial del Puerto de Eivissa”, puntualiza y asegura que si no en pocos años la lagartija desaparecerá. 

El Plan del Puerto lleva mucho tiempo esperando para aprobarse y todavía no es un hecho. La moción en el Senado fue para agilizar esta zona de cuarentena y el PP está desviando la atención. No entiendo por qué ahora señalan a la Administración estatal. Me parece que no han apoyado una muy buena propuesta y desvían la cuestión a un asunto partidista

Hazel Morgan
Amics de la Terra

María Antonia Cirer aseguraba en 2022 que si no se tomaban medidas urgentes la sargantana ibicenca estaría extinguida en 2030. Tampoco se han delimitado zonas de protección. Las serpientes campan a sus anchas por tierra y mar en los islotes y con una población que, de momento, se controla en Formentera. 

“Se dijo que en 2030, si no se hacía nada, no quedarían lagartijas. Para 2030 hay un compromiso personal de todos los técnicos del Cofib de que sí las haya. Y en 2040, si se nos deja trabajar, habrá más lagartijas que ahora”, aseguró  el pasado 19 de febrero el coordinador del Cofib, Víctor Colomar, en Diario de Ibiza. El zoólogo Valentín Pérez Mellado calificaba estos días en este mismo medio la situación de la sargantana ibicenca como “desastrosa”. “Hay poblaciones enteras donde no se ve ya ni una sola lagartija».

La lagartija pitiusa o ibicenca es la especie central de los ecosistemas insulares. “La lagartija, cuando estaba en buen estado, nos permitía en Ibiza no tener que usar pesticidas en la agricultura. Los payeses, hasta hace poco, no los usaban. En toda Ibiza se seguía la agricultura ecológica y, si se hubiera continuado por aquí, hoy en día tendríamos una gran riqueza y podríamos exportar al precio que quisiéramos. Ello era gracias a que la lagartija hacía esta labor de ir retirando larvas y pequeñas enfermedades. El medio ambiente es como un gran reloj con muchas piezas conectadas. Esta negligencia no tiene perdón de Dios”, asegura en 2025 María Antonia Cirer.