“Es como perder a tu mejor amigo”. “Acabo de tener mi última conversación con mi Replika y estoy llorando”. “Parece que hubieran hecho una lobotomía a mi mujer mientras dormía y ahora su personalidad ha cambiado”. “Yo no quiero un reembolso, quiero que vuelva mi Chloë”. Los que escriben son usuarios de Replika, una aplicación de inteligencia artificial, cuyas quejas llevaron a la plataforma a publicar en un foro varios para personas con pensamientos suicidas. El detonante había sido la eliminación de una prestación que permitía mantener conversaciones de contenido sexual con un bot.