Trump suspende la ayuda militar a Ucrania para presionar a Zelenski a aceptar el acuerdo con Putin
Ursula von der Leyen ha presentado un “plan de rearme de Europa” de cinco puntos que presentará este jueves a los líderes de la UE y con el que pretende que se movilicen 800.000 millones de euros con ese fin. La propuesta que la presidenta de la Comisión Europea ha esbozado en una declaración sin preguntas a los medios de comunicación contempla algunas de las medidas que ya había adelantado, como la flexibilización de la disciplina fiscal, y añade algunas nuevas como la posibilidad de que los estados miembros desvíen fondos destinados a la cohesión al gasto en defensa.
“Vivimos en los tiempos más trascendentales y peligrosos”, ha dicho Von der Leyen al iniciar su discurso. Aunque no ha citado expresamente a Donald Trump ni su intención de cortar la ayuda a Ucrania, ha hecho referencia a las “graves amenazas” que se ciernen sobre el continente y ha advertido de las “consecuencias devastadoras” que pueden tener para justificar la necesidad de que Europa asuma “mayor responsabilidad en su propia seguridad”. “Estamos en una era de rearme y Europa está preparada para aumentar masivamente su gasto en defensa, tanto para responder a la urgencia a corto plazo de actuar y apoyar a Ucrania, como para abordar la necesidad a largo plazo de asumir más responsabilidad por nuestra propia seguridad europea”, ha afirmado.
El cálculo de Von der Leyen es que la flexibilización de las reglas fiscales para que el aumento del gasto en defensa en los presupuestos nacionales no compute en las cifras de déficit y deuda puede llevar a si los estados miembros a aumentar esas partidas en un 1,5% del PIB. “Esto podría crear un espacio fiscal de cerca de 650.000 millones de euros en un periodo de cuatro años”, ha explicado Von der Leyen. No obstante, el Gobierno de España, que es uno de los países con menos porcentaje de gasto militar, ya sugirió que no utilizaría esa herramienta. “Prevemos que ese incremento del gasto en defensa pueda ser compatible con el cumplimiento de España de las reglas fiscales”, dijo el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
En cuanto al instrumento europeo que había adelantado, Von der Leyen ha asegurado que será una herramienta de 150.000 millones en préstamos a los estados miembros para inversiones en defensa. “Esto ayudará a los Estados miembros a poner en común la demanda y a comprar juntos”, ha dicho Von der Leyen, que considera que esas adquisiciones conjuntas permitirá “reducir los costes” y la “fragmentación” al tiempo que se aumenta la “interoperabilidad”. En un momento en el que el apoyo de EEUU a Kiev está en riesgo, la presidenta de la Comisión Europea ha asegurado que ese equipamiento se podría entregar de “inmediato” a Ucrania.
En la UE existen discrepancias sobre cómo afrontar ese aumento del gasto militar. España y los países del sur apuestan por la emisión de deuda conjunta para ese “esfuerzo”. A ese planteamiento se suman, en este caso, países como Polonia o los bálticos, que normalmente se alinean con los ‘frugales’ en contra de ese tipo de herramientas, pero están dispuestos a avalarlo para la defensa, ya que son los que viven más de cerca la amenaza de Putin y están convencidos de que, si no se le frena en Ucrania, sus ansias imperialistas le pueden llevar a atacar a cualquiera de ellos. Sin embargo, el planteamiento choca con el ‘no’ de Alemania, Holanda o Austria.
En lo que hay consenso en el seno de los 27 es en la necesidad de aumentar ese gasto, que es dispar en función de los países. Según el último informe de la OTAN, los aliados han llegado al 2,54% de gasto en defensa respecto al PIB, pero en buena medida es gracias a EEUU, que destina a defensa el 3,24% de su PIB. Sin ese país, que es el mayor contribuyente a la OTAN, el gasto medio cae al 1,8%, es decir, por debajo del objetivo del 2% que se marcararon para 2024.
Lo que enfatizan en la UE es que en los últimos tres años el gasto militar se ha incrementado en un 30%, pero es una cifra dispar en función de los países. Polonia encabeza el ranking con un 4,12% en 2024. Le siguen Estonia (3,43%), Letonia (3,15%), Lituania (2,85%) y Finlandia (2,41%), es decir, los países que hacen frontera con Rusia. Por el contrario, Luxemburgo (1,01%), Bélgica (1,21%) y España (1,24%) están en el lado opuesto de la tabla.
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