Ayuso lanza un nuevo llamamiento golpista al ver a su novio en un grave brete judicial y no debería volver a quedar impune. Llamó a los poderosos a que usen sus profesiones para tumbar al gobierno legítimo. ¿Por qué tiene patente de corso cuando agrede al presidente del gobierno? ¿Por qué se le otorga ese derecho?
Estos días confirmamos la teoría que viene a demostrar cómo los grandes focos tóxicos empeoran hasta la degeneración si no se limpian. Ocurre con el gran delirio mundial que está provocando la Administración estadounidense de Donald Trump y, en España, con el desquicie de la presidenta de Madrid que alcanza extremos cada día más preocupantes. Todo tiene un principio y un curso, y en ambos casos van como un tiro.
Isabel Díaz Ayuso está arrastrando sus problemas personales a la acción política que le competiría como presidenta de la Comunidad de Madrid. Muestra visibles síntomas de desquicie -llámenle soberbia desbordada, si quieren- al ver a su novio en un grave brete judicial que probablemente ni ella con todas sus tretas podrá solventar. Lo intenta hasta perder el norte. Es -y a la vista está-, la pieza mimada por la justicia y prensa afín -que de independientes parecen tener poco- pero su querido Alberto (“Quirón”) González Amador tiene un buen paquete encima.
El novio de Ayuso -recordemos de nuevo- está acusado de dos delitos fiscales de alta cuantía y otro de falsedad documental, por 15 facturas falsas cuyo monto elevó a 1,7 millones de euros para desgravar gastos nunca realizados. La prepotencia al abordar la cuestión de que estos hechos fueran conocidos –por la información de ElDiario.es precisamente– le hizo desencadenar estrategias tan torpes como para que fueran saliendo más posibles delitos. Y así el famoso novio ahora se enfrenta a otros dos más: administración desleal y corrupción en los negocios. Trabaja él, con tres abogados de distinto pelaje, su novia sin duda, y el asesor favorito de su novia como presidenta de Madrid. Y ninguno ha dado explicaciones a por qué González Amador pagó medio millón de euros a la esposa de Fernando Camino Maculet, presidente de Quirón Prevención, por una empresa que carecía de valor, como detalla el informe de la Agencia Tributaria“. Si en realidad era un soborno. Precisamente a un directivo del gigante sanitario que recibe cientos de millones de la Comunidad de Madrid. Ella, al conocer la nueva imputación, ha declarado: ”no tiene nada que ver con mi gestión“. Nada en absoluto, como se ve.
El emplasto es descomunal y la pareja de Ayuso aún se sale por la tangente al decir este martes que “la supuesta ilegalidad de sus cobros de Quirón le salva del fraude fiscal”. Lo que viene a significar que si delinque por un lado, no precisa pagar impuestos por el otro. Lo robado carece de obligaciones fiscales. Delitos a la carta: elijan. Verdaderamente “ejemplar” el novio de Ayuso pero ella lo ve inmaculado, acostumbrada quizás a la forma de llevar los negocios su familia y su entorno político. Lo peor no son sus apreciaciones éticas, sin embargo, sino su ira por cómo la legalidad del Estado se inmiscuye en lo que a su novio y a ella les da la real gana hacer.
Con la plataforma brindada por el periódico que más dinero público suele recibir del erario bajo el eufemismo de publicidad institucional, El Mundo, Ayuso desató su verborrea al máximo el domingo en portada y páginas interiores. Se permitió por cierto confesar la travesurilla de llamar “mierdas” a las familias de los ancianos muertos durante la pandemia en sus residencias porque “es más grave que te llamen asesina”. Lo más grave de lo mucho que Ayuso arrojó sobre la ciudadanía fue su llamada “a empresarios, funcionarios, fiscales y jueces a enfrentarse al Gobierno”, es decir, un nuevo llamamiento golpista -no es el primero- que no debería volver a quedar impune. Una confesión que pone nombre “al que pueda hacer que haga” de su mentor Aznar. ¿Lo que están haciendo algunos jueces y fiscales, Isabel, es responder a vuestro llamamiento? A los medios de comunicación convocó también ¿qué más tienen que hacer sus fieles para rendirle pleitesía?
En definitiva, llamó a los poderosos a que usen sus profesiones para tumbar al gobierno legítimo cuando en democracia son las urnas o las mociones de censura por mayoría parlamentaria las que ejercen esa función. Ya en 2023 llamó Ayuso a “resolver entre todos” lo de cargarse al gobierno. “Esto lo podemos hacer”, dijo. Minuto 1,11 de este post de Cadena SER en X: “Contamos con todos los españoles de bien, con la Corona, con el Poder Judicial, con los cuerpos de seguridad del Estado. Esta nación no se dejará doblegar por un político fuera de control y unas minorías rabiosas y corruptas”. Entonces era la amnistía, ahora el novio de cuya existencia y obra no sabíamos entonces.
Absolutamente desatada por las imputaciones al novio, Ayuso siguió este lunes diciendo “Esto va de democracia o de una autocracia, esto va de libertad y de España o de sumirnos en el peor momento de nuestra historia para largos años”. La falangista , ultraderechista, que condecoró a Milei con la medalla de oro de Madrid.
Con todo rigor pregunto, ¿es normal que se procese a personas por declaraciones triviales y unos llamamientos al golpismo de este calibre queden impunes?
¿Por qué tiene patente de corso la presidenta de Madrid cuando agrede al presidente del gobierno de España? ¿Por qué se le otorga ese derecho?
Y el novio investigado por cinco delitos ¿tiene más derechos que el Fiscal General del Estado, a quien se permitió denunciar volcando en su persecución al Tribunal Constitucional? y a la prensa “libre” de Ayuso, por cierto.
Hablamos de la debacle que está organizando Trump y su administración. Así empezaron en el anterior mandato y ya ven donde están ahora. Por cierto, este interesante y optimista artículo de María Álvarez afirma que Trump caerá. Puede y veremos dejando qué reguero. Pero apela a que en EEUU funcionan unas instituciones que sirven de contrapeso real. Trump y Musk se las están cargando, pero las hay aún. ¿Y en España? ¿Tenemos en España esos controles, esa justicia? Este es el problema. Tiembla la comunidad valenciana con el nuevo azote de la lluvia y con Mazón, el contratista y falaz gestor, al mando. Sigue Madrid con una presidenta desbocada y su peculiar interpretación de la verdad, la decencia y la democracia: una vez más me pregunto, les pregunto, cómo resolverlo.
