Juan Manuel Badenas no deja el acta, tensa la cuerda con Vox y apunta a una guerra con el PP en el Ayuntamiento de Valencia
El concejal apartado por Vox en el Ayuntamiento de València se atrinchera y complica la gobernabilidad del PP de Català
El cuestionado dirigente de Vox en Valencia, Juan Manuel Badenas, sigue moviendo ficha en su defensa ante el partido, que le señala por la adjudicación de un contrato a la empresa Imedes. El portavoz expedientado, que ha sido apartado de las responsabilidades de gobierno en el Ayuntamiento de València y se encuentra al borde de la expulsión del partido, ofreció una extensa rueda de prensa sin preguntas en la que defendió que todas las acusaciones se basan en un “burdo montaje” que bautizó como “el Watergate de Pepe Gotera y Otilio” y explicó las acciones legales que ha adoptado por las grabaciones y filtraciones.
En la rueda de prensa de casi una hora, Badenas fue acompañado por el abogado de la Fundación Valencia Activa, entidad en el foco por los contratos de publicidad a medios de comunicación que la oposición ha llevado a Fiscalía, para defender su gestión. Un medio de comunicación le acusa de amañar el contrato para beneficiar a una consultora y ha publicado grabaciones en las que el dirigente plantea instrucciones para dirigir la publicidad a medios, lo que ha motivado una investigación interna del partido de Santiago Abascal. Tanto el asesor jurídico municipal como el concejal subrayaron que no participó de la redacción de los pliegos de contratación e insistió en la manipulación documental para incriminarle, apuntando a concejales del PP en el consistorio. Días antes, Badenas ordenó el desestimiento de un contrato similar al que ha motivado la investigación de Vox.
Según la documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es, el pasado 1 de marzo Badenas, a través de la Fundación Valencia Activa, inició el procedimiento de desistimiento del contrato de “Servicio de Agencia de intermediación con medios de comunicación para la difusión de campañas publicitarias y especiales de servicios y programas de empleo, formación y emprendimiento para la Fundación Valencia Activa”, por valor de 138.000 euros. Se trata de un expediente de marzo de 2024, muy similar al que se da a Imedes. En la orden, el entonces teniente de alcalde aduce “la falta de claridad y la ambigüedad de los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas, manifestadas por las distintas empresas interesadas en participar en el proceso, lo que justifica la revisión integral de los mismos”.
El texto argumenta que “consta en el informe de Gerencia la falta de claridad y la ambigüedad de los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas, lo que está originando numerosas peticiones de información de las empresas interesadas en participar en el proceso, con el objeto de clarificar distintos aspectos técnicos y administrativos de la licitación”. El documento no menciona las publicaciones en prensa sobre la investigación interna a Badenas ni las denuncias de la oposición en Fiscalía por los contratos de Imedes. Asimismo, añade que, por plazos “no es posible proceder a su subsanación durante el procedimiento de licitación, siendo aconsejable proceder a la revisión integral del expediente, en aras a preservar la igualdad de la concurrencia de los interesados”. El desistimiento acordado implica una compensación económica a los candidatos a la licitación, que no se ha cuantificado.
Un pulso a Vox
El concejal díscolo se presentó ante la prensa como víctima de un acoso por ser representante de Vox, hablando en presente pese al expediente interno de la formación. Concluyó sin confirmar si dejará el acta, pero manifestó: “Por mucho que me amedrenten y aumente el acoso, el hostigamiento y la presión, voy a continuar defendiendo los valores y principios por los que los valencianos me eligieron para estar aquí”. Hablará próximamente sobre esta cuestión, dijo. A efectos formales, Badenas sigue siendo concejal y el grupo municipal no ha trasladado quién será su relevo. La responsabilidad recae en José Gosálbez, portavoz adjunto.
Badenas también apuntó a una maniobra política para defenestrarlo. Habló de las denuncias del PSPV, pero también viró el discurso hacia sus socios de gobierno a través de insinuaciones. En la prueba de metadatos que se publica en las informaciones que le señalan aparece el nombre de una trabajadora de KPMG, una consultora que ha trabajado para el consistorio y de la que era socio el concejal del PP José Marí Olano, responsable de grandes proyectos en el consistorio. Según el relato de Badenas, esta persecución se debe a también a su posición contraria a conceder derechos urbanísticos al Valencia CF de Peter Lim por las obras del nuevo estadio de Mestalla. Esta postura ya le provocó un problema con la dirección nacional de Vox, después de que una prueba informática lo vinculara con el abogado de Marea Valencianista, grupo con intereses en el Valencia CF.
Poco después, y tras días de reiteradas preguntas de la prensa, el grupo municipal de Vox se desvinculó de Badenas. “Juan Manuel Badenas, hasta la resolución del expediente disciplinario adoptado como medida cautelar y ejecutiva, no representa a VOX y, en consecuencia, queda retirada su designación como Portavoz del Grupo Municipal y cualquier manifestación o acción política que lleve a cabo en nombre de VOX carece de validez alguna y no cuenta con el respaldo del partido hasta la resolución de dicho expediente disciplinario”, indicó el partido en un comunicado. Pese al relevo de competencias, el concejal ha seguido trabajando este miércoles en su despacho de segundo teniente de alcalde, según ha podido saber elDiario.es. En el grupo esperan la decisión de la dirección nacional para darle relevo.
Badenas no solo era el portavoz de Vox en el municipio más grande en el que gobierna la ultraderecha. Es también la pieza que decanta los equilibrios en el Ayuntamiento y garantiza la gobernabilidad del PP de Maria José Catalá, que necesita a los cuatro representantes de ultraderecha para tener la mayoría absoluta, que baila por un concejal. Si pasara al grupo de no adscritos, su voto condicionaría todas las medidas. También dejaría al partido que le puso como cabeza de lista sin un representante -o dos, si la concejala Cecilia Herrero, que es además su pareja, decide acompañarle en su decisión-. La edil ha guardado silencio estos días, aunque acompañó a Badenas en la comparecencia ante los medios.