La Guàrdia Urbana de Barcelona carga contra manifestantes durante el desalojo del edificio ocupado de la Antiga Massana

El espacio, que es titularidad del Ayuntamiento, lleva años pendiente de desahucio y está gestionado por diversas entidades que brindan apoyo a colectivos vulnerables del barrio del Ravale

Barcelona desaloja un local público ocupado por 37 migrantes irregulares que se quedan sin techo

Agentes antidisturbios de la Guàrdia Urbana de Barcelona han cargado con golpes de porra contra los manifestantes convocados frente el edificio ocupado de la Antiga Massana, en el barrio del Raval, mientras intentan impedir su desalojo.

Este edificio, de titularidad municipal, albergó la escuela de arte Massana, pero desde hace algunos años está ocupado por diversos colectivos que lo mantienen como centro de atención para colectivos vulnerables del barrio y como sede de reunión. Algunas de las entidades que lo gestionan son el Sindicato de Vivienda del Raval o la Red de Apoyo Alimentario.

Hace meses que el Ayuntamiento está pendiente de ejecutar el desalojo y finalmente la fecha fijada ha sido este martes. Desde la Antiga Massana denuncian que se trata de un “desalojo ilegal”, pero fuentes municipales confirman a elDiario.es que la operación cuenta con la autorización del Juzgado Contencioso-Administrativo número 17 de Barcelona.

El operativo ha empezado sobre las 6 horas de la mañana y ha contado con agentes de la Guàrdia Urbana y de los Mossos d’Esquadra. Durante las primeras horas del día, han empezado a llegar manifestantes y, si bien la situación era tensa, las cargas policiales no han empezado hasta las 10 de la mañana, cuando se ha dado un forcejeo entre los concentrados y los agentes, que les han hecho retroceder.

Según portavoces de la Antiga Massana, las cargas se han dado cuando los agentes, que ya habrían podido entrar al edificio, estaban intentando sacar algunos materiales y objetos que estaban dentro del edificio.

La portavoz del edificio y miembro del Sindicato de Vivienda Socialista de Catalunya, Ariadna Garcia, ha criticado el desalojo de un espacio que define como “pieza clave de la organización de la clase trabajadora de la ciudad”. Asegura que se trata de un movimiento “capaz de ofrecer vivienda y cultura gratuitas universales”.

Los concentrados han cargado contra la gestión del Ayuntamiento por “seguir ahogando a la clase trabajadora para mantener los beneficios de especuladores y empresarios”. Si bien la mayoría de cánticos han sido para el PSC, partido del alcalde Collboni, otras formaciones también han recibido críticas. Un ejemplo han sido los abucheos que ha recibido Jordi Rabassa, concejal de los Comuns, que se ha acercado al desalojo para apoyar a los manifestantes, pero ha sido expulsado de la convocatoria. “No queremos aquí a ningún político profesional cuando son los responsables de este desahucio”, han dicho a través de X.