Por qué Madrid ha sido nombrada Ciudad Arbórea del Mundo pese a haber autorizado miles de talas

La distinción, que concede una fundación de origen estadounidense y que comparte con otras 15 ciudades en España, no tiene en cuenta el número de árboles desaparecidos en la ciudad pero sí las plantaciones

El Madrid de Almeida pierde miles de árboles en la mayoría de sus distritos

Este miércoles el alcalde de Madrid recogía una distinción de la que lleva haciendo gala desde que llegó a Cibeles: el diploma que acredita a la capital como Ciudad Arbórea del Mundo, un título que otorga la fundación internacional Arbor Day para premiar a las ciudades que cuentan con un programa dedicado al cuidado de los árboles.

José Luis Martínez-Almeida sacaba pecho por este reconocimiento, el sexto consecutivo que recibe Madrid, y enumeraba los grandes proyectos de infraestructuras que incluyen zonas más verdes, como el soterramiento de la A-5, el de un tramo de Castellana Norte o el recientemente presentado de cubrición en la M-30, a la altura de Ventas. También recordaba su promesa de plantar 500.000 árboles durante este mandato para generar “una ciudad más amable, más agradable y adaptada a las exigencias climáticas”.

Poco después, Más Madrid echaba en cara al alcalde los miles de talas autorizados por su Gobierno desde que llegó a la alcaldía, algunas con enorme polémica como las que arrasaron con parte de los parques de Comillas o Madrid Río para la ampliación de la línea 11 de Metro, revertidas en parte gracias a las protestas ciudadanas.

Ambas cosas son compatibles: Madrid puede recibir la distinción de Ciudad Arbórea del Mundo porque este programa no tiene en cuenta los árboles que han desaparecido en el municipio. Cada ciudad candidata ha de cumplir cinco apartados, según la página oficial de Arbor Day: contar con un departamento dedicado al cuidado de los árboles, tener regulada su gestión, disponer de un inventario actualizado de todo el arbolado de la ciudad que permita su expansión, dedicar un apartado del presupuesto a la gestión de esta masa arbórea y celebrar al menos una vez al año un acto para concienciar a los residentes del valor del arbolado urbano.

Arbor Day no menciona ninguna penalización por talas efectuadas por las ciudades candidatas y centra su labor en la plantación de nuevos árboles en la ciudad. Los expertos ambientales advierten que la llegada de muchos árboles jóvenes no compensa la tala de árboles maduros como los que han desaparecido los últimos años en Madrid.

36.000 árboles menos con Almeida

Una de las exigencias para convertirse en Ciudad Arbórea del Mundo ha servido, sin embargo, para dotar de mayor transparencia al consistorio y contabilizar el número de árboles que crece actualmente en la capital. El inventario que exige y que se renueva cada año arroja luz sobre el número real de ejemplares existente y si su número está aumentando o disminuyendo.

Según los últimos datos disponibles, correspondientes al año 2023, las calles y parques de Madrid han perdido 36.406 árboles consolidados desde que Almeida es alcalde. Las estadísticas municipales indican que la ciudad cuenta actualmente con 663.991 árboles consolidados frente a los 700.397 que había en el año 2019, cuando el equipo del actual alcalde llegó a Cibeles. El dato corresponde al arbolado de titularidad municipal contado pie a pie, cuya conservación depende de un contrato del área de Medio Ambiente para su mantenimiento y limpieza. 

Los datos del área de Medio Ambiente indican que en el año 2023 se autorizaron en Madrid hasta 23.720 talas, una cifra similar -indican desde el Ayuntamiento- a las que se produjeron durante los años de alcaldía de Manuela Carmena.

Hasta 16 localidades españolas ostentan actualmente la distinción de Ciudad Arbórea del Mundo, según recoge la Arbor Day Fundation en su página web. La mayoría son de Madrid (Alcalá de Henares, Aranjuez, Las Rozas, Madrid, Majadahonda, Rivas-Vaciamadrid y Tres Cantos) aunque el reconocimiento también alcanza al Área Metropolitana de Barcelona, Carmona, Cieza, Inca, Málaga, Onda, Salamanca, San Cristóbal de La Laguna y Valencia.