En un viaje de siete noches, el Transcantábrico incluye en sus coches de 1923 cenas y comidas, fiestas, biblioteca, sala de té, música en vivo y guías, entre otros lujos
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El Transcantábrico Gran Lujo de Renfe, que la operadora nacional vende como “uno de los trenes más exclusivos y lujosos del mundo”, parte este sábado desde Donostia. Con coches Pullman originales de 1923, traza en el mapa del norte peninsular un recorrido que en ocho días y siete noches conduce hasta Santiago de Compostela. El precio por persona para una suite doble alcanza los 9.250 euros, a los que se puede sumar un suplemento individual de 6.750 y otro ya triple de 4.350. “A bordo de este tren disfrutaremos de la naturaleza en todo su esplendor, desde la alta montaña, pasando por valles y riberas hasta llegar a besar el mar Cantábrico”, explica Renfe.
El viaje en tren comienza en puridad en Bilbao, pues, tras el encuentro en Donostia, es un autocar el vehículo que se usa para llegar a la capital vizcaína, donde luego ya los viajeros se montan en un tren que los lleva hasta la localidad de Karrantza, que los acoge la primera noche. Se va desde Karrantza hasta Santander el segundo día, de Santander a Cabezón de la Sal el tercero, de Cabezón de la Sal a Llanes el cuarto, de Llanes a Oviedo el quinto, de Oviedo a Luarca el sexto, de Luarca a Viveiro el séptimo y de Viveiro a Ferrol el octavo y último. Desde Ferrol, y de manera similar a la primera jornada, es un autobús el que transporta a los viajeros hasta Santiago de Compostela, concretamente hasta el hotel-parador de los Reyes Católicos.
La zona de dormitorio dispone de una amplia cama o camas gemelas individuales y armario ropero, mientras que la zona del salón cuenta con un cómodo sofá, con posibilidad de convertirse en cama, maletero, escritorio, caja fuerte, minibar, sintonizador musical, climatización regulable, ordenador multimedia con conexión a internet y teléfono interior que completan su dotación. Todas las suites disponen de baño privado, espacioso y confortable, con ducha, secador de pelo y un variado set de artículos de bienvenida y aseo“, abunda Renfe.
El Transcantábrico Gran Lujo de Renfe en 2023
El interior de los siete coches, que son originales de 1923 aunque especialmente decorados para la ocasión, alberga un total de catorce suites, que, por más o menos dinero, se pueden usar de manera individual, con otra persona o con hasta otras dos. “Se distribuye en salón, dormitorio y baño privado.
¿Qué hay de los salones? Están amueblados y decorados exclusivamente para la ocasión, según informa la operadora ferroviaria. “En estas zonas comunes se sirven diariamente desayunos a la carta. Además, en sus comedores se podrá degustar la mejor gastronomía de la zona. El bar estará disponible en cualquier momento que se precise. En los salones encontrará la prensa nacional e internacional, tablets, videoteca, biblioteca y juegos de mesa. Podrá relajarse en el salón panorámico, tomar un aperitivo en la sala de té o disfrutar de una animada velada en nuestro coche pub, donde cada noche podrá disfrutar de música en vivo y actuaciones en directo”, promociona Renfe, que asegura que la tripulación está a disposición de los viajeros en cualquier momento de todo el trayecto.
La ruta larga, la que se conoce como del norte y en ocho días y siete noches lleva desde Donostia hasta Santiago de Compostela, tiene salidas desde la capital guipuzcoana los días 8 y 22 de marzo, 5 y 19 de abril, 17 y 31 de mayo, 14 y 28 de junio, 12 y 26 de julio, 9 y 23 de agosto, 6 y 20 de septiembre, 4 y 18 de octubre y 1 de noviembre. Hay también, desde los 4.700 euros, una versión reducida, con cuatro días y tres noches, desde Oviedo a Donostia y desde Santiago de Compostela a Gijón.
El lujo que Renfe despliega en este tren transcantábrico no acaba ni en las suites ni en los salones. Todos los viajes, se explica, incluyen “baño privado completo”, “todos los desayunos”, “cenas y comidas a bordo o en restaurantes de primera categoría”, “copa y aperitivo de bienvenida”, “neceser con útiles de aseo y zapatillas”, “agua mineral”, “actividades a bordo como música, actuaciones en directo y entretenimiento en el coche pub”, “fiesta fin de viaje”, “entradas a museos, monumentos y espectáculos”, “excursiones y visitas programadas y guiadas”, “autocar de lujo que acompaña al tren en todo el recorrido”, “tasas y servicios”, “prensa diaria en formato digital y revistas”, “servicio de seguridad”, “guía acompañante multilingüe durante todo el recorrido” y “un excelente equipo humano”.
El primer viaje del Transcantábrico, entonces operado por Feve, tuvo lugar el 30 de julio de 1983. ¿Con qué idea se concibió? Siempre se miró en el espejo del Orient Express, aquel tren de larga distancia protagonista de novelas que conectaba París con Estambul. En España, por su parte, se pretendía “crear un tren que capitalizara, por una parte, los territorios y paisajes que recorría y, por otra, que fuera un revulsivo capaz de crear una nueva imagen tanto en el interior como en el exterior de la empresa”. En aquel primer trayecto conectó los pueblos leoneses de La Robla y Cistierna. Los coches de Pullman tenían entonces 60 años; ahora, con el paso del tiempo, han cumplido ya el centenario. Llegó a haber un Transcantábrico II, que luego pasó a denominarse Costa Verde Express y que ahora cubre otra ruta diferente por la costa cantábrica, algo diferente a la de su hermano gemelo y más longevo.