Tras cerrar el área de hospitalización, la memoria de actividad de 2024 denuncia malas prácticas. La gerencia del Hospital Virgen de las Nieves defiende que la hospitalización sigue funcionando para «casos extremos»
Salud mantiene cerrada desde hace más de un año la unidad de Granada para personas con trastornos alimentarios
Un informe interno de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (UTCA) de Granada desvela el deterioro que está sufriendo por los “parches” de la Delegación de Salud. Mientras el área de hospitalización permanece cerrada desde septiembre de 2023 por obras de remodelación del Hospital Virgen de las Nieves, según argumenta la gerencia del centro hospitalario, las consultas externas y el hospital de día no acaban de funcionar como desearían los profesionales que están en estas áreas. Así queda patente en la memoria de trabajo que analiza todo lo ocurrido durante el año 2024.
En el documento, al que ha tenido acceso elDiario.es Andalucía y firmado por el psiquiatra y coordinador de la UTCA Carlos Martínez Hinojosa, se habla de “parches”, “préstamos” o “menoscabo en la atención ofrecida”. Un análisis exhaustivo que, además de lamentar el cierre de la hospitalización por la pérdida de recursos que conlleva, pone en tela de juicio la gestión de la Delegación de Salud y la gerencia del Hospital Virgen de las Nieves sobre una unidad que da cobertura a unas 30.000 personas que sufren trastornos de la conducta alimentaria (TCA) en Andalucía oriental (Granada, Jaén y Almería).
La memoria detalla la pérdida de recursos que ha seguido al cierre de la hospitalización de la que se hizo eco la Asociación TCA Andalucía. Esta entidad fue la que más presionó durante años para que se abriesen este tipo de unidades en Andalucía, logrando que Málaga y Granada contasen con una. Según defiende la presidente de dicha asociación, Patricia Cervera, que tiene una hija con TCA, “sin atención integral no se puede superar un TCA y eso pasa por la hospitalización”. Es decir, las consultas externas o el hospital de día, que se mantienen en Granada, son útiles para el “seguimiento” de los pacientes que estén en proceso de superar esta enfermedad. De ahí la importancia de mantener abierta la hospitalización.
Sin embargo, mientras Salud defiende que se mantienen tres camas “para casos extremos” y justifica el cierre del área de hospitalización, la memoria que firman los profesionales de la unidad no escatima ni en detalles ni en tirones de orejas a la propia gerencia del Hospital y por extensión a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
“Mendigar hospitalizaciones”
El documento no solo cuestiona la reducción de recursos, sino que describe con dureza el impacto que ha tenido en la atención a pacientes. Se denuncia que la capacidad de hospitalización se ha visto “drásticamente reducida”, pasando de seis a tres camas, lo que ha supuesto una “importante merma en la atención ofrecida”. El equipo señala que han tenido que “mendigar por las hospitalizaciones”, viéndose obligados a “parchear entre poco, mal y nada” para intentar sostener el servicio con menos personal y menos medios. “No solo son tres camas menos. Hemos pasado de la libre autonomía para la gestión y organización de nuestros ingresos a tener que depender de préstamos de otros lugares y de otras personas”, subrayan en la memoria.
El hospital de día, que según Salud sigue funcionando con normalidad, ha estado “hipertrofiado”, con sobreocupación durante cuatro meses y sin margen para nuevas incorporaciones. Esto ha generado “listas de espera” y un sistema de admisión “gota a gota” en el que solo se podía ingresar una paciente cuando otra recibía el alta. Además, el absentismo ha alcanzado cifras preocupantes, con un 11,5% de pacientes que han faltado sin justificación, superando los valores de años anteriores.
Las consultas externas tampoco han escapado a la sobrecarga. A pesar de que el número de primeras consultas ha permanecido estable respecto a años anteriores, los profesionales advierten de que la demanda sigue superando la capacidad de atención. La pérdida de personal ha impactado en la calidad asistencial y la falta de una nutricionista y una endocrinóloga a tiempo completo han dejado el comedor terapéutico “sin una supervisión nutricional adecuada”, a pesar de ser un pilar fundamental en la recuperación de las pacientes.
Pacientes y familias “agotadas”
Otra de las preocupaciones del equipo es el aumento de las altas voluntarias en hospitalización. Según la memoria, el 55,17% de los ingresos en 2024 terminaron en alta voluntaria, un porcentaje que casi duplica el del año anterior. El equipo atribuye este dato al “agotamiento de pacientes y familias” ante la falta de recursos y la precarización del servicio, lo que ha hecho que algunas pacientes abandonen el tratamiento antes de completar su recuperación.
En respuesta a estas críticas, la gerencia del hospital defiende que la UTCA sigue operativa y que las pacientes que requieren hospitalización están “perfectamente atendidas” en la unidad de salud mental infanto-juvenil del Hospital Materno Infantil, donde disponen de “tres camas en habitaciones individuales diferenciadas”. Además, el hospital subraya que el documento elaborado por los profesionales de la UTCA contiene “valoraciones personales” y que, al mismo tiempo, refleja “datos objetivos sobre la alta actividad y mejoras incluidas en este servicio integral”.
A pesar de ello, los profesionales insisten en que el cierre de la hospitalización y la falta de recursos han generado un “grave perjuicio” en la atención a las pacientes con TCA. Desde la UTCA subrayan que su compromiso con las pacientes sigue intacto, pero advierten de la necesidad urgente de recuperar los recursos perdidos para garantizar una atención adecuada y sin limitaciones estructurales.