El excapellán del exclusivo colegio Highlands El Encinar, de los Legionarios de Cristo, acompañó hasta la muerte al fundador de la congregación ultra, el mayor depredador sexual de la historia de la Iglesia católica, y fue el encargado de entregar el fideicomiso a la amante de Maciel y sus hijos
Detenido un capellán de un colegio del Encinar de Madrid acusado de abusos sexuales
Su historia parece sacada de un relato de ciencia ficción, si no fuera por la crudeza de los hechos que se le imputan, y de un pasado al lado del personaje más turbio que ha pisado la Iglesia católica en el último siglo. El padre Marcelino, el sacerdote de los Legionarios de Cristo detenido la pasada semana por al menos cinco denuncias de abusos a menores en el exclusivo colegio Highlands de La Moraleja, trabajó como secretario personal del mismísimo Marcial Maciel, fundador de los Legionarios y el mayor depredador sexual del catolicismo, con más de 60 casos de abusos reconocidos, y una doble vida de la que el clérigo investigado necesariamente formó parte.
Este sacerdote, nacido en Segovia en 1967, entró muy joven en la Legión de Cristo, la congregación fundada en 1941 por Maciel, que se convirtió durante décadas en uno de los personajes más poderosos de la Iglesia católica con la bendición de Juan Pablo II. Karol Wojtyła denominó al religioso mexicano “apóstol de la juventud” y confió a los Legionarios y a otros movimientos ultraconservadores –Opus Dei, Comunión y Liberación, Camino Neocatecumenal o instituciones surgidas de su marco, como Educatio Servanda– la educación en valores de millones de niños en todo el mundo.
Durante años, Maciel mantuvo una triple vida con total impunidad. A los ojos del mundo, era un hombre santo, el fundador de la gran familia del Regnum Christi y los Legionarios de Cristo, con presencia en un centenar de países, universidades, colegios y una gran labor social, que propugnaba una férrea moral sexual basada en la continencia, el celibato y la castidad. Sin embargo, el sacerdote mexicano abusaba de decenas de niños, muchos de ellos en España. Algunos de esos niños abusados se convirtieron a su vez en abusadores, en una horrenda sucesión de víctimas transformadas en victimarios por obra y gracia del ‘padre Maciel’. Un Maciel que, además de padre espiritual, también lo fue en la vida real, con al menos seis hijos reconocidos y varias amantes, la última de las cuales, Norma, lo acompañó en su retiro final de Jacksonville, en Florida (EEUU), después de que Benedicto XVI dejara al descubierto una cadena de abusos, encubrimiento, drogas, dinero y poder, mucho poder.
Entrega de un premio al padre Marcelino
El padre Marcelino vivió muy de cerca esta última etapa, pues los líderes legionarios que sustituyeron a Maciel le encargaron convertirse en su secretario personal. Como tal, convivió con el monstruo durante años, y fue el encargado de entregar, a su muerte, el fideicomiso de varios millones de dólares resguardados en Bahamas, en una cuenta del Cititrust Limited, a la ‘viuda’ y a tres de sus hijos. Este dinero oculto afloró con la investigación de los Papeles de Pandora, un trabajo periodístico que llevó adelante entre otros medios eldiarioAR, y que desveló un verdadero paraíso fiscal legionario con unas cantidades cercanas a los 295 millones de euros.
En las pocas imágenes que se tienen de los últimos días de Maciel, el padre Marcelino aparece siempre al lado, u oportunamente detrás, acompañando al líder o a su ‘familia’. Cuando éste murió, en 2008, el sacerdote aparece a su lado, incluso besando el cuerpo amortajado del pederasta múltiple. A partir de ahí se perdió su rastro, que volvió a aparecer, ya en 2010, como capellán de uno de los colegios de la Legión en España, el Highlands Los Fresnos, ubicado en Boadilla del Monte (Madrid).
En 2015, comenzaron a producirse las primeras quejas, si bien desde el Regnum Christi dejan claro que, tanto en el colegio de Boadilla como en el de La Moraleja, los padres que mostraron su disconformidad con su contratación lo hicieron tras conocer su pasado junto a Maciel. De hecho, en 2015 se le buscó una salida en una capellanía en Roma. Las protestas de los padres en 2023 no fueron atendidas.
El 6 de marzo, la Policía detuvo al sacerdote en su casa, sobre las ocho de la tarde, por una denuncia por agresión sexual contra una menor. Al día siguiente, se produjeron otras cuatro denuncias, que podrían ser más, toda vez que la Policía confirmaba este jueves a Europa Press la existencia de dos denuncias adicionales. “Nosotros no hemos recibido información por parte de la policía sobre este hecho, pero hemos querido compartirlo con todos vosotros mientras buscamos una confirmación oficial”, resaltan desde la congregación.
Entre las medidas cautelares impuestas por el juez, el sacerdote denunciado tiene la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros del colegio así como de las menores denunciantes o establecer cualquier tipo de comunicación con ellas por cualquier medio. Asimismo, no tiene permitido realizar actividades que impliquen contacto regular y directo con menores de edad y también se le ha prohibido la salida del territorio nacional y se le ha retirado el pasaporte.
Imagen del colegio donde trabajaba el sacerdote detenido
Lo que sí parece claro es que el padre Marcelino “no volverá al colegio sea cual sea el fallo del proceso judicial”, según han afirmado los responsables del centro, que confirman que los Legionarios han abierto un proceso canónico contra el clérigo, que “ha sido apartado del ministerio público y de todos sus oficios y cargos”.
La investigación canónica correrá a cargo de “un investigador externo (sacerdote y canonista)”, y se informará al obispo del lugar del inicio de la misma, así como al dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Tras este escándalo, la posición del actual director del centro continúa estando en vilo, tras reconocer que la contratación del acusado fue “un error institucional”. El colegio, por su parte, ha creado una web en la que va colgando todas las actualizaciones del caso, así como una serie de preguntas y respuestas sobre el tema. Entre ellas, el trabajo que Marcelino hacía con menores en el centro. “Fue capellán de campamentos de niñas en 2023 y 2024, y de campamentos NET en 2022, 2023 y 2024”, y “trabajó pastoralmente en Valencia durante cinco meses (de octubre de 2019 a marzo de 2020) apoyando al equipo de infantil del Colegio Cumbres School”, constata el Regnum Christi, que admite que “hacía regalos a los niños, y no cumplió el código de conducta, aunque fue corregido en varias ocasiones”.
De hecho, el citado código de conducta establece que “un adulto no puede estar a solas con un menor en un espacio personal, debe hacerlo siempre en lugares con supervisión, o con otro adulto o cerca de otro adulto”, y tampoco recibir o “hacer regalos a menores, salvo que sean colectivos y de pequeña cuantía”. Unas normas que no se cumplieron en el caso de este sacerdote marcado por la estirpe Maciel.
Toda la información en www.religiondigital.org