La UE aborda dividida una nueva ayuda a Ucrania de 40.000 millones tras suspender Trump la de EEUU

La alta representante propone contribuciones nacionales en función del PIB con una fórmula que permitiría evitar el veto de Hungría o Eslovaquia. Albares no se ha mostrado entusiasmado: «España no ha necesitado una propuesta de la alta represenante para comprometer 1.000 millones»

La Casa Blanca dice que Trump hablará con Putin el martes sobre el acuerdo para un alto el fuego en Ucrania

La decisión de Donald Trump de suspender la ayuda a Ucrania, sumada a su ruptura televisada con Volodímir Zelenski, llevó a los socios europeos a movilizarse para anunciar más apoyo a ese país con el temor de que llegue debilitado a una negociación con Vladímir Putin. La alta representante de la UE, Kaja Kallas, hizo un primer planteamiento para un nuevo paquete de ayuda, pero no encontró el respaldo de los estados miembros y ahora ha vuelto a poner sobre la mesa una propuesta: que se envíen 20.000 millones en ayuda militar, que pueden ascender a 40.000 millones, a través de una fórmula que pueda sortear el veto seguro de Hungría y posible de Eslovaquia. La intención de la UE es seguir adelante en el aumento de la ayuda a Ucrania, a pesar de que EEUU la ha reanudado, ante la volatilidad de la situación.

“Esta iniciativa pretende acelerar y centrar los esfuerzos de los Estados participantes para satisfacer las necesidades más acuciantes de Ucrania en 2025, y situar a Ucrania en la mejor posición posible para impulsar la paz”, señala el documento que analizan este lunes los ministros de Exteriores: “Se anima a los estados participantes a prestar apoyo militar a Ucrania en 2025 por un valor provisional de al menos 20.000 millones de euros, que podría a 40.000 millones de euros en función de las necesidades ucranianas”. El ayuda se canalizaría para munición de artillería de gran calibre, sistemas de defensa aérea, misiles, aviones no tripulados, aviones de combate, apoyo a la regeneración de brigadas…

Los estados miembros contribuirían en función de su PIB, es decir, que a España le correspondería aproximadamente un 8,7% del total (unos 3.000 millones de euros), que es una cifra muy superior a los 1.000 millones de euros que anunció Pedro Sánchez en su viaje a Kiev coincidiendo con el aniversario de la invasión rusa. “España no ha necesitado una propuesta de la alta representante para comprometer 1.000 millones. España va por delante en ese sentido”, ha expresado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a su llegada a Bruselas.

Por el momento no hay consenso para lanzar ese nuevo paquete de ayuda. “No hay ningún reparto en estos momentos. No hay ninguna decisión”, ha dicho Albares. Lo que preocupa a otras capitales europeas es que el paquete de ayuda, que se plantea como una herramienta al margen de la estructura de la UE para evitar el veto del ultraderechista Viktor Orbán y las reticencias del populista eslovaco Robert Fico, acabe siendo una suerte de “coalición de voluntarios” en el que las aportaciones sean dispares. Así, los países del este y el centro de Europa recuerdan que han aportado más Ucrania que los países del sur.

Por otro lado, en la UE han dado la bienvenida al acuerdo entre Washington y Kiev en el que el Gobierno de Volodímir Zelenski aceptó un alto el fuego de 30 días, al tiempo que EEUU reanudó la asistencia a Ucrania y se avanzó en el acuerdo para la explotación de las valiosas tierras raras que hay en territorio ucraniano por parte de EEUU. No obstante, los dirigentes europeos han mostrado suspicacias respecto a las intenciones de Putin.

“Las condiciones que han presentado demuestran que, en realidad, no quieren la paz, porque están presentando como condiciones todos sus objetivos finales que quieren lograr de la guerra”, ha afirmado Kallas. También Albares ha dicho que Putin debería aceptar esa propuesta “sin condiciones”.