Vox exige ser parte en el reparto de recursos de la reconstrucción, que pilota el vicepresidente segundo del Consell, y eliminar las ayudas a memoria histórica
Mazón abraza el discurso de Vox contra la inmigración y el “dogmatismo climático” para lograr su apoyo a los Presupuestos
Vox exige participar del reparto de recursos de la reconstrucción para salvar al presidente Carlos Mazón. El partido de ultraderecha, que salió del Gobierno valenciano en julio, ha mostrado sus cartas para ayudar al líder del PP a sortear la crisis política en la que se halla inmerso.
Poco después de que Mazón haya anunciado un acuerdo con el partido de Santiago Abascal, el grupo parlamentario valenciano ha puesto negro sobre blanco una veintena de condicionantes que ni el presidente ni su equipo se han atrevido a mostrar. Entre ellos, uno tiene que ver con los recursos económicos: “Vox participará directamente con la Generalidad (sic) en el plan de distribución de recursos para la reconstrucción tras la gota fría. Trabajaremos en un plan conjunto de reconstrucción y protección de la comunidad para relanzar la región, ayudar a rehacer sus vidas a todos los afectados y evitar o paliar los efectos de nuevas catástrofes naturales”. Ello implica participar en decisiones que corresponden al Ejecutivo autonómico, que creó una vicepresidencia exclusiva para estas competencias, a cargo del militar retirado Francisco José Gan Pampols, con el que Vox mantiene una pésima relación y al que han convertido en blanco de sus ataques.
El partido ha emitido un comunicado en el que celebra que Carlos Mazón “rectifique y reconozca que VOX tiene razón cuando dice basta al Pacto Verde y a las políticas que fomentan la inmigración ilegal, motivo por el que abandonamos la Generalidad”, y ahora se dispone “a negociar unos presupuestos que sean buenos para la Comunidad Valenciana y para la reconstrucción que tanto urge en las zonas devastadas económica, social y moralmente por la gota fría”.
Archivo – El ‘president’ de la Generalitat, Carlos Mazón, interviene en el pleno de Les Corts ante la presidenta de la cámara, Llanos Massó
Entre las exigencias que la formación que representa José María Llanos ha planteado están sus medidas clásicas: un ataque frontal al valenciano, a las políticas de memoria democrática, a los sindicatos o a las ONG. Es casi una reedición del pacto que en el verano de 2023 le dio la Generalitat al PP de Mazón, aunque en esta ocasión no se ceban con tanto ímpetu con las políticas contra la violencia machista.
El catálogo de Vox habla de “recortar de forma significativa el presupuesto de la Academia Valenciana de la Lengua”, “recortar de manera significativa las subvenciones a la promoción del valenciano”, “reducción significativa de las subvenciones a agentes sociales, chiringuitos ideológicos y de igualdad” o “eliminar todaslas partidas destinadas a Agenda 2030 y Desarrollo Sostenible” y “suprimir todas las tasas derivadas del Pacto Verde”.
La ultraderecha exige a Mazón “acometer el mayor recorte del gasto en cooperación al desarrollo en la historia de la Comunidad Valenciana, de en torno a un 40%”. Son, según sus cálculos, 22,5 millones de euros, “que irán destinados a la reconstrucción”, además de eliminar el convenio con la UNRWA. “La Comunidad Valenciana no aceptará ni un ‘mena’ más”, señala el partido que sostiene al líder popular en el cargo.
A primera hora de la mañana, en su comparecencia sin preguntas, el presidente ya ha apuntado en su discurso en la dirección de los ultras: críticas al pacto verde europeo y a la política migratoria, abrazando de pleno las políticas de Abascal.