“Me acerco a la zona fronteriza del Bidasoa, a un río en torno al cual se traza una frontera que separa España de Francia, que escinde el País Vasco en su extremo occidental en dos geografías, Hegoalde (el lado sur) e Iparralde (el lado norte), que se miran de frente tejiendo vínculos diversos, componiendo una geografía afectiva común. Me acerco a esta geografía porque aquí también ha irrumpido el mundo-frontera. La historia es la misma que sucede en otras geografías. A pesar de que la zona del Bidasoa es parte constitutiva del espacio europeo Schengen (ese espacio que desde 1995 posibilita la libre movilidad para las personas y para las mercancías que se encuentran en su interior), el Estado francés, mayormente a partir de 2018, pero también antes, establece controles fronterizos que impiden el paso a personas migrantes que carecen de la documentación que se les requiere”. Con estas palabras, el doctor en Sociología y profesor en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Ignacio Mendiola se adentra en la frontera para tratar de explicar el fenómeno de la migración y la situación que las personas en tránsito viven cada vez que recorren la zona.