Milei y el FMI: de anarcocapitalista ‘indomable’ a presidente obediente con Washington

El economista que prometía romper con el pasado ahora repite la historia como presidente de Argentina: cerrará un nuevo acuerdo con el organismo, que el presidente argentino en el pasado calificaba como «perverso»

Milei militariza los alrededores del Congreso de Argentina ante las protestas y logra el aval para endeudarse con el FMI

En Casa Rosada descorcharon en silencio. El Congreso argentino aprobó el decreto que da vía libre al Gobierno del ultra Javier Milei para cerrar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y en la Casa Rosada se respiró un alivio que no se reflejó en las calles.

Milei y su motosierra ultra han encontrado la misma salida que criticaron durante años: más deuda. La política tiene giros inesperados, pero en Argentina la contradicción es rutina.

Este jueves, el presidente argentino puso fecha al acuerdo. “A mediados de abril”, confió a la agencia Bloomberg. El plan del Gobierno es que el acuerdo técnico con el personal del FMI quede cerrado antes del 30 de abril, para que después sea tratado por la dirección del organismo.

“Esperamos un acuerdo que nos permita mirar al futuro con mayor tranquilidad”, aseguró a elDiarioAR un alto funcionario. En la mesa de negociaciones están ministro de Economía de Argentina, Luis “Toto” Caputo; y el presidente del Banco Central argentino, Santiago Bausili.

Su misión es trazar una hoja de ruta que permita evitar cualquier sobresalto financiero en los próximos meses, aunque públicamente se utilice el argumento del saneamiento del balance del Banco Central.  


La subdirectora gerenta del FMI, Gita Gopinath, visitó a Luis Caputo en febrero de 2024, cuando comenzaron las negociaciones por el acuerdo que está por anunciarse ahora.

Es poco lo que se sabe del acuerdo que está cerrando Argentina. Se rumorea que seguirá el modelo del Extended Fund Facility (EFF), un programa que se extiende hasta 2035 y que ofrece períodos de gracia de cuatro años y medio antes de comenzar los pagos de capital.

También se estima que la financiación oscilará entre 20.000 y 25.000 millones de dólares, con una parte destinada a la recompra de Letras Intransferibles emitidas por el Ministerio de Economía y en manos del Banco Central argentino. Pero los detalles concretos del acuerdo siguen bajo llave. En la Casa Rosada insisten en que es “confidencial”, aunque la experiencia argentina con el FMI sugiere que el ajuste real siempre se revela después de la firma.

El Ministerio de Economía argentino ya ha aplicado un ajuste fiscal y monetario incluso mayor al exigido por el FMI, por lo que esos puntos no generan discusión. La diferencia radica, según ha podido saber elDiarioAR, en la política cambiaria: el organismo sostiene que el crawling peg —el incremento mensual del 1% del dólar oficial— es insostenible.

Milei y Caputo coinciden en el objetivo final de levantar el control cambiario, pero han apostado por mantener un peso fuerte para reducir la inflación.

Sin embargo, más allá de los avatares actuales, la sombra del pasado sigue acechando. En las últimas semanas, han vuelto a circular en redes entrevistas en las que Milei criticaba ferozmente al FMI con la vehemencia de un anarcocapitalista en estado puro. “El Fondo es una institución perversa”, decía en 2022. “Cuando un país está a punto de explotar, pone el dinero y permite posponer el ajuste”. En otra aparición televisiva, en tiempos de Mauricio Macri, fue aún más tajante: “El FMI no debería existir”. Pero la hemeroteca no solo le delata con el FMI, sino también con su propio ministro de Economía.  

En 2018, cuando el gobierno de Macri firmó el acuerdo que ahora se renegocia, Milei apuntó directamente contra Caputo. Le acusó de haber “dilapidado” 15.000 millones de dólares de reservas y de haber dejado un “desastre” de Leliqs –Letra de Liquidez del Banco Central– que hipotecaba el futuro del país. “Parte del acuerdo con el Fondo se lo fundieron en el Banco Central para salvar a quienes financiaron el desastre del 28 de diciembre de 2017”, sentenciaba. Aquel desastre lo administraba Caputo como presidente de la entidad. El mismo Caputo que hoy maneja las cuentas de Milei.

En su primera intervención como diputado, en marzo de 2022, Milei votó en contra del acuerdo con el FMI impulsado por Alberto Fernández. Lo hizo con una frase que hoy podría tatuarse en la frente: “Para nosotros, la cuestión moral es central, y este gobierno está tomando deuda. La deuda son impuestos futuros, impuestos que pagarán personas que no votan: nuestros hijos, nuestros nietos”. Tres años después, es su gobierno el que asume deuda, aunque lo niegue, y son sus propios legisladores quienes la convalidan.

La incomodidad en la Casa Rosada quedó expuesta en la última rueda de prensa de Manuel Adorni, el portavoz del Gobierno de Milei.

Este jueves, Jonathan Heguier, de El Destape, le preguntó por la contradicción entre el Milei que atacaba al FMI y el Milei que ahora firma un nuevo crédito con el organismo. Adorni intentó desviar la conversación, repitió la línea oficial de que “la culpa es del kirchnerismo” y que “no hay ninguna inconsistencia”. Pero el periodista insistió y abordó el tema más espinoso: si Milei creía que Caputo había sido responsable de la crisis de 2018, ¿cómo explicaba que hoy lo tenga como ministro?.


El portavoz Manuel Adorni defendió a Santiago Caputo y apuntó contra Manes.

El portavoz titubeó. “Tienes un problema de escucha”, le respondió, visiblemente irritado. El resto de su respuesta fue una serie de malabarismos verbales para evitar reconocer lo evidente. Ni una sola palabra sobre el hecho de que el gobierno de Milei está entregando la economía al mismo hombre al que el Milei de la televisión acusaba de haber destruido la estabilidad financiera del país.

El mercado sigue con atención cada paso del Gobierno. Los bonos argentinos, que habían iniciado la jornada en alza tras la aprobación del decreto, revirtieron su tendencia y volvieron a caer. Los títulos de deuda a largo plazo, como el Bonar 2030 y 2035, registraron retrocesos, mientras que el riesgo país osciló sin una dirección clara.

En Wall Street, las acciones argentinas operaron con variaciones mixtas: algunas compañías mostraron repuntes moderados, mientras que otras sufrieron nuevas caídas, reflejando la cautela de los inversores ante la falta de información sobre el acuerdo con el FMI.

En el oficialismo aseguran que no hará falta otro viaje a Washington para cerrar el Staff Level Agreement, aunque la experiencia argentina sugiere que la letra pequeña de estos acuerdos suele traer más sorpresas que certezas. El problema no es solo la contradicción de Milei con su discurso de campaña, sino la confirmación de una regla no escrita de la política nacional: no importa quién gobierne, cuando las cosas se ponen difíciles, el FMI siempre aparece.

El Milei que prometía dinamitar el Estado hoy se abraza al mismo Fondo que detestaba. Quizás no sea el fin de la “casta”, sino solo otra vuelta en el carrusel de la historia.

PL/MG