Como cada 24 de marzo, cientos de miles de argentinos marcharon en Buenos Aires y otras ciudades del país para mantener viva la memoria del último golpe de Estado de 1976. , que niega el terrorismo de Estado, agravia a las víctimas y cuestiona la cifra de 30.000 desaparecidos. Desde el escenario montado en la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, junto a Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, leyeron un documento en el que denunciaron el desmantelamiento de las políticas públicas por parte del Ejecutivo de Javier Milei. “El Estado debe garantizar la restitución de la identidad de los nietos y nietas”, afirmó Carlotto.