Andoni Ortuzar está poco a poco bajando la persiana de su larga etapa de doce años como presidente del PNV, el principal partido político vasco. Antes también fue durante un lustro presidente de la organización de Bizkaia y previamente ocupó otros cargos de designación tanto en el Gobierno vasco como en EiTB que él no incluye en su etapa política de “17 años”. En la gira de entrevistas con las que se está despidiendo admite que ha ido llenando su “mochila” de “piedras” en estos años, una metáfora de “decisiones” sobre “personas” que han hecho “daño”. Pero también cuenta que se está quitando poco a poco ese peso. El mejor ejemplo es que, según explican varias fuentes, se ha reconciliado con Iñigo Urkullu después de la tensión surgida a finales de 2023 cuando el partido decidió prescindir de él como candidato a lehendakari para proponer a Imanol Pradales.