El sector del vino está en crisis. La pandemia lo dejó tocado y ahora se enfrenta a la guerra arancelaria de Donald Trump, que amenaza con imponer una tasa del 200% si la UE grava el whisky estadounidense. Para intentar reflotar al sector, la Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas que pasan por la intervención del mercado (en la práctica la reducción de la producción) y el impulso al vino sin alcohol o vino . En este caso, persigue adecuarse a las nuevas tendencias, que suponen una bajada del consumo de este producto y que la gente se decante por bebidas 0,0%, no sólo en Europa, sino en terceros países dado que las exportaciones han empezado a sufrir un descenso. La caída del sector ha sido de alrededor del 2% en los últimos 15 años.