Esta historia arranca en la primavera de 2023, cuando dos jornaleros del campo acudieron a la Guardia Civil para denunciar que sabían de unos pozos sin licencia en una finca en Aznalcázar, un municipio sevillano que se adentra en Doñana. Habían trabajado en esas tierras como peones agrícolas durante más de una década, así que insistían en que sabían de qué hablaban. La hacienda resultó ser Aljóbar, propiedad de la Casa de Alba, y el agua de aquellas extracciones ha salpicado ahora a personajes principales de la mayor familia terrateniente de España, como los mediáticos Eugenia y Cayetano Martínez de Irujo, así como a su hermano Fernando, .