Los creadores de ChatGPT demandan a Elon Musk por «acoso»

«Las incesantes acciones de Elon son tácticas de mala fe para frenar a OpenAI y tomar el control de las principales innovaciones en inteligencia artificial para su beneficio personal», protesta la empresa

Una lucha de poder, una enemistad y una bomba de precisión: la historia detrás de la oferta de Elon Musk por OpenAI

OpenAI, la empresa desarrolladora de sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT, ha presentado una demanda contra Elon Musk, acusando al multimillonario de llevar a cabo una “campaña de acoso” destinada a dañar su imagen e impedir que tenga éxito. Es una nueva vuelta de tuerca a la tumultuosa relación que mantienen Musk y Sam Altman, que formaron parte del equipo fundador de OpenAI en 2015, pero que se convirtieron en rivales cuando el magnate abandonó la organización en 2018 tras el rechazo de esta a fusionarse con Tesla y Altman se convirtió en su CEO.

El movimiento de OpenAI contra Musk es una reacción contra la oferta de adquisición que este presentó en febrero de este año para hacerse con la matriz de la empresa, llamada también OpenAI. Esta está constituida como un laboratorio “sin ánimo de lucro” cuyo objetivo es investigar la inteligencia artificial y publicar en abierto sus hallazgos “en beneficio de la humanidad”. La organización trabajó bajo esta fórmula en sus inicios, pero luego creó bajo su seno a la empresa privada OpenAI con objetivo de comerciar con la tecnología que estaba desarrollando.

Ese cambio de rumbo se llevó a cabo bajo el liderazgo de Altman. Musk lo ha criticado repetidamente e incluso llevó a los tribunales a su ex socio y al laboratorio en 2024 por no respetar la misión “sin ánimo de lucro” que debía tener la organización, aunque retiró esa demanda meses después. Su siguiente ataque fue presentar una oferta de 97.400 millones de dólares por el laboratorio del que cuelga la empresa privada OpenAI, a pesar de que sobre el papel este solo tiene 22 millones de dólares en activo y dos empleados.

Ahora, OpenAI demanda a Musk al entender que se trataba de una “oferta falsa” que forma parte de “una campaña de acoso”. “Las incesantes acciones de Elon contra nosotros son solo tácticas de mala fe para frenar a OpenAI y tomar el control de las principales innovaciones en inteligencia artificial para su beneficio personal”, reza la acusación.

Aunque OpenAI rechazó la oferta, el movimiento de Musk consiguió complicar la situación del laboratorio y la empresa. Altman está intentando que esta última compre la primera, con el objetivo de liberarse de las ataduras que tiene ese tipo de estructura y conseguir cerrar una nueva ronda de financiación privada de 40.000 millones de dólares. OpenAI debe completar ese proceso para acceder a esos fondos, pero los planes de Altman eran que la empresa desembolsara unos 30.000 millones por el laboratorio.

Al ofrecer el triple de esa cantidad, Musk puede poner en aprietos a los gestores de la fundación sin ánimo de lucro si terminan aceptando una oferta mucho menor. “Se debe prohibir a Musk que siga cometiendo acciones ilegales e injustas, y se le debe exigir responsabilidad por el daño que ya ha causado”, pide ahora OpenAI al Tribunal.

Musk, por su parte, defiende que sus demandas y sus ofertas de compra pretenden hacer que la organización “retome su misión de desarrollar la IA en beneficio de la humanidad” en lugar de buscar beneficios. “Es vital que la organización benéfica reciba una compensación justa por lo que sus líderes le están quitando: el control sobre la tecnología más transformadora de nuestro tiempo”, declaró su abogado en febrero.

Altman, por su parte, ha desmentido esta versión. En una publicación en el blog oficial de la compañía, el directivo expuso emails y recibos de Musk para probar que este estaba de acuerdo con la transformación de OpenAI en una empresa privada tradicional antes de que abandonara la organización. “Respetamos profundamente los logros de Elon y agradecemos sus tempranas contribuciones a OpenAI, pero debería competir en el mercado y no en los tribunales”, declara Altman. El juicio está previsto para la primavera de 2026.